Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Las autoridades de la embajada de Rusia en no sabían que en sus instalaciones habían 389 kilos de en 16 maletas, cuyo precio oscilaba en unos 61 millones de dólares. La droga se encontraba en una oficina que tenía poco acceso, donde se guardaban objetos y materiales que ya no se utilizaban.

En 2016, Viktor Koronelli, embajador ruso, avisó a las autoridades de la existencia de unas maletas que eran ajenas a su uso y menos al cuerpo diplomático. Este fue el punto importante para saber qué se escondía en las valijas hasta esta semana

Según las primeras informaciones de la Policía, se decía que existía un importante cargamento de droga que había llegado hacia Argentina, sin embargo nadie conocía su paradero. Por ello, inmediatamente la Policía argentina atribuyó el cargamento al hallazgo en la embajada rusa. 

"Teníamos informantes y personas allegadas a movimientos sospechosos y empezamos a unir todos los hilos posibles. La cocaína se cambió por harina, se colocaron rastreadores satelitales al cargamento y las fuerzas de seguridad de los dos países esperaron con paciencia a que los narcotraficantes cayeran en la trampa", indicó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Se capturaron a varias personas en Rusia tras recibir el cargamento y otras dos en Argentina en cuestión de dos semanas.  Por ello, la ministra señaló que la operación fue muy corta y con un nivel de dificultad bastante elevado. "Mantener en secreto la operación fue lo más difícil. Había mucha gente involucrada y por canales distintos, porque fue una operación coordinada entre dos Estados. Tuvimos que traducir las conversaciones telefónicas en ruso”, agregó.

Hasta el momento, se presume que la banda delictiva utiliza el correo diplomático para enviar droga hacia el país gaucho, sin embargo todo lo decomisado sirvió para detener a narcotraficantes.