Buenos Aires. Más de 20 mil agentes policiales estarán a cargo de garantizar la seguridad de la cumbre del G20, que se celebrará los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre en Buenos Aires, anunció el Gobierno de Argentina.
En total, se desplegará 22 mil agentes y las delegaciones extranjeras traerán otros 2 mil durante la cumbre a la que asisten los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, entre otros.
"La seguridad es uno de los elementos preponderantes en una reunión de esta categoría, con la presencia de los mandatarios más relevantes del mundo, por lo cual el dispositivo de seguridad es potente, fuerte y adecuado al desafío que tenemos frente a esta reunión", señaló la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Paralelamente, en Uruguay el gobierno solicitó autorización al Congreso para que entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre ingresen a su territorio hasta 400 civiles y militares para dar apoyo logístico y de seguridad a Trump.
Las autoridades, que estiman la participación de unas 15 mil personas en la cumbre, de las cuales tres mil son periodistas, definieron seis zonas de seguridad en la ciudad.
Zona de exclusión total
Así, el área donde se desarrollará el G20, Costa Salguero, sobre el Río de la Plata, estará vedada al tránsito de automóviles, así como de naves y aeronaves, con una zona de exclusión total del espacio aéreo.
El aeropuerto Aeroparque, cercano al lugar de la cumbre, estará cerrado. También el de Palomar, ubicado a las afueras de Buenos Aires. Solo funcionará el internacional de Ezeiza, en el sur.
Durante los dos días de la cumbre no habrá en la ciudad servicio de metro ni de trenes. El transporte público se limitará a los autobuses, que desviarán sus rutas para no ingresar en las zonas de seguridad. Además, el puerto permanecerá cerrado.
Para limitar los desplazamientos de los habitantes, el viernes 30 fue decretado como día feriado en la capital de Argentina.
Ese mismo día, movimientos sociales han convocado una manifestación de rechazo al encuentro, pero aún no han definido el recorrido, a la espera de conocer las zonas de seguridad.
"La idea que nosotros tenemos es que ésta sea una reunión pacífica, tranquila, que todo aquel que quiera manifestarse, que tenga una posición contraria a las discusiones del G20 lo haga en el marco de la paz, de la libre expresión y no en el marco de la violencia. Estamos totalmente abiertos a esa posibilidad", señaló Bullrich.
La ministra indicó que para ello han contactado al premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, uno de los promotores de la manifestación.
Sobre los manifestantes anti globalización que puedan llegar del exterior, Bullrich señaló que habrá refuerzos especiales en las fronteras y a las personas que tengan causas abiertas se les impedirá el ingreso.
Fuente: EFE
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