Miembros de la policía forense turca llegan a la residencia del cónsul de Arabia Saudí para realizar una investigación. (Foto: EFE)
Miembros de la policía forense turca llegan a la residencia del cónsul de Arabia Saudí para realizar una investigación. (Foto: EFE)

Ankara. Los funcionarios de Arabia Saudita que debían facilitar el registro de la residencia del cónsul saudí en Estambul por parte del equipo turco que investiga la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, impidieron esa inspección al cortar todos sus contactos con los inspectores del país anfitrión.

Así lo informa hoy el diario Hürriyet, según el cual, el equipo de policías, fiscales y forenses turcos esperó ayer en vano durante horas, hasta entrada la noche, delante del recinto de la residencia a que se les abrieran las puertas.

Los funcionarios saudíes, que el martes acompañaron a los turcos en su registro de las oficinas del consulado saudí en Estambul, donde Khashoggi fue visto por última vez, no respondieron esta vez a las llamadas telefónicas de las autoridades turcas.

El equipo investigador se había trasladado hacia las 15.30 del martes a la residencia del cónsul, ubicada a unos 500 metros de la legación, y pretendían buscar en la vivienda del diplomático huellas de un eventual crimen.

Entre otros, querían aplicar luz ultravioleta y usar un compuesto químico llamado Luminol para descubrir manchas de sangre.

Según la emisora CNNTürk, no pudieron entrar en el edificio, pero sí rastrearon las canalizaciones circundantes, donde aparentemente habrían hallado algunos indicios, sobre los cuales hasta el momento no se han facilitado detalles a la prensa.

Poco antes de que el equipo turco llegara a la residencia del cónsul saudí, Mohamed Ibrahim Otaibi, se supo que éste había tomado un avión de regreso a su país a las 14.00 GMT del martes.

Para entonces, los medios turcos había informado de que se había encontrado cierta evidencia del asesinato de Khashoggi en el registro del consulado, sin que hasta el momento se filtraran detalles sobre las mismas, mientras no hay tampoco ni confirmación ni desmentido oficial.

Sin embargo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se refirió ayer, en declaraciones a la prensa, a la presencia de "materiales tóxicos".

"Mi esperanza es que podamos llegar a conclusiones" que permitan formarse una "opinión razonable lo antes posible, porque la investigación está investigando muchas cosas, como los materiales tóxicos y los materiales que se eliminan al pintarlos", dijo el jefe del Estado.

Hürriyet afirma que se enviaron al laboratorio de la Policía especializado en análisis de ADN diversas muestras del consulado, como trozos de jarrones rotos, de una alfombra, una mesa y muestras tomadas del armario.

El rotativo añade que al efectuarse ese registro, los funcionarios saudíes intentaron evitar la inspección de ciertas áreas, aunque sin éxito.

Por otro lado, el diario cita a un funcionario turco que pidió el anonimato, según el cual se considera "significativo" que el cónsul saudí partiera a Riad sin previo aviso, dejando en Estambul a su esposa y tres hijos.

"En estos momentos, no queremos evaluar su regreso como 'huida'. Turquía no le exigió que se fuera. Es posible que se haya ido por su propia voluntad o por una llamada de su país para consultas. Pero el momento de la partida es significativo. Salir justo antes de que se registrara su residencia, es llamativo", dijo la fuente.

Khashoggi, periodista y columnista habitual del estadounidense Washington Post crítico con la cúpula del reino wahabí, entró el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul para buscar unos documentos que necesitaba para poder contraer matrimonio con su prometida, de nacionalidad turca.

Desde entonces, nadie ha vuelto a ver al reportero.

Tras tratar este caso ayer con la cúpula saudí en Riad, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, llegó hoy a Ankara, para abordar el mismo asunto con su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, y con Erdogan.

Fuente: EFE