El expresidente de Chile, candidato a la presidencia por Chile Vamos y favorito en las encuestas, Sebastian Piñera. (EFE)
El expresidente de Chile, candidato a la presidencia por Chile Vamos y favorito en las encuestas, Sebastian Piñera. (EFE)

Redacción PERÚ21

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Se dice que una electoral es como una foto del momento. Pero, ¿qué pasa cuando los resultados que estas arrojan no reflejan un retrato completo de la realidad? Echemos un vistazo a algunos casos recientes en .

MARGEN DE ERROR
El caso más reciente se refiere a la polémica desatada los últimos días en Honduras tras las elecciones generales el 26 de noviembre. Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE), usando un sondeo a boca de urna, el candidato de oposición Salvador Nasralla se perfilaba como el flamante presidente del país centroamericano con alrededor de 45% de los votos. En cambio, la encuestadora Ingeniería Gerencial daba como ganador al actual mandatario Juan Orlando Hernández con casi 44%. En los días siguientes, el TSE anunció la victoria de Hernández, quien, tras el conteo de votos, había tomado la delantera con 42%. El hecho ha levantado sospechas de fraude.

En las elecciones presidenciales de abril en Ecuador, ocurrió algo similar. La encuestadora Cedatos vaticinaba el triunfo electoral para Guillermo Lasso con 50.8%, mientras que Perfiles de Opinión sostenía que Lenín Moreno sería el próximo presidente de los ecuatorianos con 49.4%. Este último fue quien finalmente alcanzó la presidencia con 51%. En carreras electorales reñidas es preciso considerar que muchas encuestadoras trabajan con márgenes de error de +/-5%.

Una situación más radical que las anteriores fue la del Plebiscito por el Acuerdo de Paz entre el gobierno colombiano y las FARC, de octubre de 2016. Con mayor o menor ventaja, las encuestadoras como Datexco (55%) y Polimétrica (62%) pronosticaban que Colombia le diría Sí al acuerdo de paz. Como se sabe, ganó el No por 0.21%.

Final de fotografía. (Perú21)
Final de fotografía. (Perú21)

IGUAL PERO DIFERENTES
También hay ocasiones en que los sondeos vaticinan una misma tendencia electoral, pero los números son distintos. En Chile, durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales realizadas el 19 de noviembre último, se daba como ganador al ex mandatario Sebastián Piñera. Así, Cadem daba 43% de los votos a Piñera, mientras que Criteria Research solo 33%. Al final, Piñera pasó a segunda vuelta con 36.6%.

Más llamativo fue el caso de la candidata del Frente Amplio, que obtuvo más 20.3% de los votos, cerca del doble de lo que las encuestas anunciaban.

NITIDEZ INTERRUMPIDA
Algunos de los factores que pueden explicar estas inexactitudes son el voto escondido tratándose de una elección controversial, cambios repentinos en la decisión del sufragio marcados tanto por factores internos como externos (un destape sobre algún candidato) o por las propias reglas del proceso electoral, como cuando el sufragio es voluntario y las probabilidades de ausentismo aumentan.

Obviamente, resulta relevante tomar en cuenta la credibilidad de la encuestadora como también la rigurosidad de la metodología empleada.

Vale la pena resaltar que las encuestas son una herramienta que nos permite poner en blanco y negro una realidad compleja. Sin embargo, los pronósticos estadísticos son solo eso: proyecciones. Siempre existe la posibilidad de que un sondeo, así como en el caso de un retrato, no haya salido del todo nítido.

CIFRAS
​► +/- 5 es el margen de error de algunas de las encuestas reseñadas.

► 20.3% de los votos obtuvo Beatriz Sánchez en Chile. Las encuestas le otorgaban 10%.