Contrataron a un actor y le inventaron 3 perfiles en Facebook. En 6 meses llegó a tener 5,000 amistades a las que tan solo sugería su homosexualidad.
¿El resultado? Un aproximado de 500 horas de grabaciones de cientos de religiosos católicos, evangélicos, protestantes y anglicanos manteniendo sexo virtual frente a la webcam con el actor.
Se trata del documental 'Amores santos', dirigido por el periodista brasileño Dener Giovanini. "No imaginábamos la cantidad tan grande de religiosos que atraeríamos ni que tendríamos escenas tan fuertes de religiosos usando sus hábitos, algunos en las sacristías", sostuvo.
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El documental comenzó a ser producido en noviembre de 2014 y será lanzado a comienzos de 2016. Según Giovanini, con él se propone denunciar la doble moral de las religiones que condenan la homosexualidad, pero cuyos sacerdotes y pastores la practican a puerta cerrada.
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Giovanini agregó que todos los perfiles de quienes le propusieron sexo virtual al actor fueron verificados minuciosamente para descartar los falsos y confirmar que realmente fuesen de religiosos, y que se dio prioridad a los que dejaban clara su condición con fotos en las que aparecían de hábitos, oficiando misas o con fieles.
El productor borró los perfiles en Facebook para que no puedan ser identificados y adoptó varios cuidados para no exponer a nadie.
"No queremos perjudicar a nadie. Tan sólo mostrar la hipocresía de los discursos de religiones que condenan la homosexualidad", afirmó el director.
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El filme seleccionará imágenes de unos 150 religiosos de 30 países, sobre todo brasileños, y algunos de El Vaticano. El director considera que el filme puede provocar gran impacto en la Iglesia católica porque incluye escenas chocantes con obispos, monseñores, religiosos del alto clero, sacerdotes y seminaristas principalmente católicos.
Giovanini dijo que su filme está en la etapa final de montaje y que aún necesita de tres meses para lanzarlo, pero que decidió presentarlo públicamente para aprovechar el Sínodo sobre la familia que se celebra actualmente en el Vaticano y en el que los obispos discuten temas como la sexualidad.
"El Vaticano debe entender que primero tiene que preocuparse por lo que ocurre detrás de los muros de la iglesia y con asuntos como el celibato", concluyó.