El presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, decretó hoy una amnistía general para aquellas personas que cometieron "locuras durante la crisis", en alusión a la revuelta contra su régimen que estalló a finales del pasado enero, y que están encarcelados.
Este perdón, publicado por la agencia oficial de noticias yemení Saba, excluye a los implicados en crímenes y en el atentado contra el palacio presidencial de Saná, en el que el mandatario resultó gravemente herido.
Esta medida fue adoptada un día después del regreso de Saleh al país proveniente de Arabia Saudita, donde el último 23 de noviembre firmó un acuerdo de transición política que prevé su salida del poder dentro de 90 días.
En virtud del acuerdo de Riad, suscrito tras diez meses de revuelta popular, el gobernante delegó sus poderes a su vicepresidente, Abd Rabbo Mansur Hadi.