La reunión de dos días tendrá lugar ocho meses después del histórico primer encuentro entre Trump y Kim, celebrado el 12 de junio del año pasado en Singapur. (Foto: EFE)
La reunión de dos días tendrá lugar ocho meses después del histórico primer encuentro entre Trump y Kim, celebrado el 12 de junio del año pasado en Singapur. (Foto: EFE)

Ho Chi Minh. Vietnam, el país elegido para la segunda cumbre entre EE.UU. y Corea del Norte, es el lugar ideal para tender puentes entre los dos países por sus buenas relaciones comunes, y su apuesta por un progresivo aperturismo económico e internacional sin renunciar a un régimen comunista, un modelo que podría servir de ejemplo a Pionyang.

Tras semanas de especulaciones, el presidente estadounidense, , anunció este martes que finalmente su segunda cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, se celebrará en Vietnam los próximos 27 y 28 de febrero.

Esa reunión de dos días tendrá lugar ocho meses después del histórico primer encuentro entre Trump y Kim, celebrado el 12 de junio del año pasado en Singapur.

Una reunión de representantes de los dos países en Hanoi el pasado 6 de enero ya hizo saltar las alarmas sobre la posibilidad de que el país comunista fuera el escenario de la nueva cita entre EE.UU. y Corea del Norte.

Ninguna de las dos partes han confirmado el lugar exacto del encuentro, quizá por razones de seguridad, pero todo apunta a que podría desarrollarse en la ciudad costera Danang, en el centro del país.

La turística localidad, que fue escenario el 2017 de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), a la que asistió Trump, se ha convertido en los últimos años en un dinámico centro económico que destaca por su modernidad y por un crecimiento más armónico que el de Ho Chi Minh y Hanoi, las dos grandes urbes del país.

Un punto esencial de la idoneidad del escenario es que, al igual que en Singapur, sede de la primer encuentro entre Trump y Kim, ambos países tienen embajadas en Hanoi, la capital vietnamita.

Desde que restableció relaciones diplomáticas con EE.UU., en 1995, Vietnam ha ido estrechando lazos económicos y comerciales con Washington, escenificados en las visitas de Estado a Hanoi de todos los presidentes, desde Bill Clinton hasta Trump, que viajó a la capital vietnamita en noviembre de 2017.

Al mismo tiempo, Hanoi mantiene una buena relación con Corea del Norte, con el que comparte un histórico vínculo por las raíces comunistas de ambos regímenes, pese a sus enormes diferencias políticas y económicas.

La última muestra de su cercanía aconteció el pasado diciembre, cuando el ministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Ri Yong-Ho, realizó una visita de Estado a Vietnam para explorar el modelo de apertura económica emprendido por Vietnam en las tres últimas décadas.

"Vietnam es un ejemplo relevante para que Corea del Norte considere adoptar estrategias para normalizar relaciones con Estados Unidos y promover sus propias reformas económicas", aseguró el pasado año el analista Vu Minh Khuong, de la Universidad Lee Kwan Yew, en Singapur.

Para este experto, Hanoi es la sede ideal porque "demuestra un gran interés en alcanzar mejoras fundamentales en las relaciones entre EE.UU. y Corea del Norte, y envía un mensaje potente y simbólico a la comunidad internacional de que Vietnam y EE.UU. han superado agravios pasados".

Vietnam mantiene además excelentes relaciones con Corea del Sur, uno de los principales inversores en el país, por lo que algunos expertos ven a Hanoi como un posible intermediario para un acercamiento entre las dos Coreas en los próximos años.

La visita de Kim Jong-un a Vietnam sería la primera de un presidente norcoreano desde su fundación, pese a la histórica relación bilateral.

El último encuentro entre dos máximos mandatarios de Vietnam y Corea del Norte data de 1957, cuando Ho Chi Minh, héroe nacional de Vietnam, fue recibido en Pionyang por el líder Kim Il-sung.

Fuente: EFE