El gobierno de teme que las autoridades estadounidenses decidan separar permanentemente a los niños apartados de sus familias en la frontera sur de , indicó este lunes 02 de julio la directora del Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA), Zaira Navas.

"Nos preocupa mucho que la decisión de las autoridades pueda ser que el niño vaya a hogares sustitutos o se inicie un proceso de separación permanente" en los casos en los que se establezca que la "familia no es idónea para reunificarse", señaló Navas en una conferencia de prensa en la Cancillería salvadoreña.

Navas comentó que el CONNA ha dado "prioridad a este tema, buscando que la reunificación se dé con los padres, familia ampliada en Estados Unidos o familia que tenga condiciones idóneas en El Salvador".

"Las autoridades salvadoreñas debemos saber con quién y adónde van a destinar a los niños y una prioridad para nosotros es entablar comunicación con las autoridades estadounidenses y establecer un mecanismo de coordinación", acotó Navas.

Por su parte, la viceministra de salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín, explicó que las autoridades de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) son las que evalúan a los familiares que recibirían a estos menores.

"Hemos pedido que eso sea lo más expedito posible", apuntó Magarín y señaló que "los niños en su mayoría siguen separados" y que "el sufrimiento de la separación, el sentimiento de abandono siempre los tiene afectados".

La funcionaria, quien visitó los centros de detención de tres ciudades en Texas (EE.UU.) entre el 24 y 27 de junio pasado, señaló que de los 145 niños separados de sus padres solo "entre 10 y 12 personas han sido las reunificadas".

En Estados Unidos más de 2.300 niños, en su mayoría de México y de Centroamérica, fueron separados de sus familiares desde abril pasado como resultado de la aplicación de la política de "tolerancia cero" desarrollada por el presidente Donald Trump.

El pasado 20 de junio el presidente estadounidense firmó una orden ejecutivo para frenar la práctica de separar a las familias, por lo que los padres y sus hijos que crucen la frontera indocumentados serán retenidos indefinidamente juntos en centros de detención.

La tensión migratoria provocada por esta política generó numerosas protestas y movilizaciones a lo largo del país norteamericano para apoyar a los inmigrantes indocumentados que buscan entrar en EE.UU. huyendo de la pobreza y la violencia.

Fuente: EFE