Futuro mandatario mexicano es hoy señalado como pieza clave del consenso alcanzado sobre la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. (Foto: AFP)
Futuro mandatario mexicano es hoy señalado como pieza clave del consenso alcanzado sobre la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. (Foto: AFP)

Redacción PERÚ21

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Sin conocer los beneficios o perjuicios económicos que traerá el entendimiento comercial alcanzado esta semana por y en torno al TLCAN, el ajedrez político que lo forjó ha tenido un inesperado ganador: el presidente electo mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

El futuro mandatario, que clamaba en campaña que la apertura comercial de México había traído el progreso para unos pocos a costa del sufrimiento de muchos, es hoy señalado como pieza clave del consenso alcanzado en Washington sobre la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que también integra Canadá.

Coinciden en el diagnóstico desde los más altos funcionarios de la administración saliente hasta el mismísimo Donald Trump.

"Hablar y trabajar con el presidente electo López Obrador ha sido, absolutamente, un momento muy, muy especial. Ustedes vinieron juntos por su país y trabajaron juntos", le dijo Trump al saliente mandatario Enrique Peña Nieto, durante la llamada telefónica pública con la que dieron a conocer el trato.

Trump dijo estar "muy impresionado" con la unidad del equipo mexicano y la cooperación entre sus líderes, visión compartida por el canciller mexicano Luis Videgaray.

"El respaldo del presidente electo a la negociación (...) ha sido esencial. Yo no imagino este resultado sin ese respaldo", dijo Videgaray a la cadena Televisa.

Para Valeria Moy, directora del observatorio económico 'México Cómo Vamos', estos gestos muestran el "masivo" capital político de López Obrador tras su triunfo electoral de julio, con 53% de los votos, lo que ha hecho que el propio Trump esté "muy dispuesto a escucharlo".

Tal espaldarazo se evidenció en el papel jugado en la mesa de negociación por Jesús Seade, designado inicialmente por López Obrador como futuro jefe negociador mexicano del TLCAN, en caso de que las conversaciones se prolongaran tras el término del actual gobierno el 30 de noviembre.

Tanto Videgaray, como el actual jefe negociador y ministro de Economía, Ildefonso Guajardo, aplaudieron su aporte para resolver temas álgidos como la llamada 'cláusula Sunset', con la que Estados Unidos proponía reiniciar el acuerdo cada cinco años, y que Seade convirtió en una que lo revise y ajuste parcialmente, bajo ciertas condiciones y a mayor plazo.

"Cuando llega este nuevo equipo a la mesa, con esta validación popular tan grande de alguna forma destraba algunas conversaciones que estaban ya detenidas", destaca Moy.

— "Un político muy astuto" —

El pragmatismo de López Obrador, conocido por sus iniciales como AMLO, se ha hecho patente al entender que el libre comercio con Estados Unidos ha traído grandes beneficios a México y es clave para ganarse el favor del empresariado mexicano.

"Su corazoncito no está en el libre mercado y la libre competencia", dice Hugo Perezcano, especialista del Centre for International Governance Innovation, en Ontario, Canadá.

"López Obrador, si hay algo que sí es, es un político muy astuto (...) México tiene un sector empresarial muy importante y poderoso, y el tener un discurso favorable al TLCAN lo acerca al sector empresarial", apunta.

Además, a casi 25 años de haber entrado en vigencia, el TLCAN es popular en México. Una reciente encuesta mostró que 78% de la población considera al pacto como bueno para la economía mexicana, que envía a Estados Unidos 80% de sus exportaciones.

Al aplauso del impredecible Trump, líder de la nación con la que México tiene su relación más intensa y estratégica, y la gratitud del sector privado local, al que ha convocado para que sea su gran socio en el desarrollo de ambiciosos proyectos de infraestructura, López Obrador puede agregar una tercera victoria: no tener que lidiar más con la negociación del acuerdo.

— Ganar-ganar-ganar —

El fin de la candente discusión, que tuvo en vilo al país por más de un año y alcanzó picos de tensión que golpearon a la moneda mexicana y el clima de inversión, favorece a la administración entrante y su ambiciosa meta de lograr la "transformación" de México, en lo económico, político y social.

"Hay una continuidad necesaria para nuestra economía con esto (...) le da una certeza a los inversionistas que a su vez le dará más tranquilidad al nuevo gobierno", estima Alejandro Luna, abogado corporativo y socio de la firma Santamarina y Steta.

Adicionalmente, AMLO podría tomar el crédito si lo negociado da frutos o culpar a la administración anterior en un escenario adverso.

"Se deshace de los costos, en caso de que haya algún costo o que haya algún problema posterior, porque dicen: bueno, al final del día yo no lo negocié, lo negociaron otros", anota Moy.

Sin embargo, el clima de alivio que se respira tras el anuncio podría enturbiarse hacia adelante.

Para el economista Jonathan Heath, si bien no se conocen detalles de lo negociado, es probable que el resultado no sea óptimo para industrias clave en México como la automotriz, que bajo el nuevo trato podría reducir su participación y ganancias en la región, y traducirse en alza de precios para los consumidores.

"Sale perdiendo económicamente hablando aunque hubiéramos perdido más si no hubiera habido un acuerdo", afirma.

Fuente: AFP