San Francisco [EFE]. Miles de personas que llevaban días evacuadas por los múltiples que afectan a lo largo y ancho de (EE.UU.) empezaron a regresar a sus casas este miércoles, después de que los bomberos lograran importantes avances contra el fuego en las últimas horas.

Tras más de una semana de tensión e incertidumbre, los vecinos volvieron a sus hogares en los condados vinícolas de Napa y Sonoma, para hallar, en la mayoría de casos, que estos habían sobrevivido a las llamas del que es el tercer incendio más grande de la historia del estado.

Sin embargo, en algunos casos puntuales y todos ellos correspondientes a edificaciones aisladas en entornos rurales, el escenario que se encontraron fue de destrucción absoluta, como el septuagenario Art Thomas, que en declaraciones al canal local KPIX explicó cómo todo lo que quedaba de su casa eran cenizas y metal fundido.

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“En casa tenía objetos que guardaba desde que era niño, y no queda ninguno”, explicó Thomas, quien había residido en esa casa desde hace 32 años y vivía en ella con su mujer y sus dos perros.

Pese a la destrucción material y sus gigantescas dimensiones, el incendio de Napa y Sonoma ha sido mucho menos mortífero que los declarados en años recientes, y por el momento sólo hay que lamentar la muerte de cinco personas.

En total, el fuego ha quemado 14.450 hectáreas, y a mediodía del miércoles los bomberos habían logrado contenerlo en un 33 %.

Unos kilómetros más al sur, en una zona montañosa al este de San José, sigue activo el que ya es el segundo fuego más grande de la historia del estado, con 14.800 hectáreas arrasadas, aunque los bomberos también lograron reducir su avance y ya está contenido en un 25 %.

“Cada punto porcentual de avance en la contención son horas y horas de sudor y sangre en el frente”, resumió en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (CalFire), Jonathan Cox.

En este caso no hay que lamentar ninguna víctima mortal y el hecho de que queme en una zona montañosa y deshabitada -aunque cercana a la metrópolis de San José-, ha hecho que sólo haya arrasado una veintena de edificios.

El tercero de los grandes fuegos era el que más preocupaba a las autoridades en los últimos días a causa de haberse declarado en una zona turística y muy poblada que va de Pescadero hasta Santa Cruz, pero las condiciones meteorológicas favorables de las tres últimas jornadas han reducido mucho su agresividad y han permitido una contención del 19 %.

De hecho, desde CalFire aseguraron este miércoles que las tareas de extinción “tienen muy buen pinta”.

Además del peligro para las vidas humanas y las propiedades, uno de los aspectos que más preocupaban de este incendio era que se había declarado en un área que concentra un gran número de secuoyas milenarias, el árbol más distintivo de California.

Según pudo comprobar Efe el martes, los ejemplares de secuoya roja californiana en parques afectados por el fuego como Big Basin Redwoods State Park -el parque estatal más antiguo de California- y el Portola Redwoods State Park habían logrado esquivar las llamas, aunque se encontraban rodeados de un intensísimo humo.

Estos tres incendios, así como cientos de otros de mucha menor intensidad, se iniciaron el fin de semana del 15 y 16 de agosto, a causa de una tormenta eléctrica nada habitual en California en la que cayeron 10.800 rayos, pero apenas lluvia, lo que unido a una ola de calor y a la sequedad del terreno, propició los fuegos.

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