El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el martes que Irán su “rápida respuesta” para proteger la sede diplomática.
“Irán será plenamente responsable de las vidas perdidas o los daños sufridos en cualquiera de nuestras instalaciones”, dijo Trump en Twitter. “¡Pagarán un alto precio! Esto no es una advertencia, es una amenaza”, afirmó, tras lo cual agregó: “¡Feliz Año Nuevo!”.
Iracundos manifestantes proiraníes ingresaron el martes en el primer círculo de seguridad de la embajada de Estados Unidos en Bagdad antes de ser expulsados por las fuerzas del orden con gases lacrimógenos.
En un tuit anterior, Trump agradeció al primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, y al presidente Barham Saleh por “su rápida respuesta” al ataque a la embajada. Trump habló con Abdel Mahdi por teléfono, enfatizando la necesidad de proteger a los estadounidenses y las instalaciones estadounidenses en Irak, dijo la Casa Blanca.
Fue la primera vez en años que manifestantes pudieron llegar a la embajada de Estados Unidos, que está protegida detrás de una serie de puntos de control en la zona de alta seguridad de la capital iraquí. Trump responsabilizó a Irán del asalto, pero Teherán respondió criticando a Washington por la “sorprendente audacia” de culpar a Irán por la violencia.
El asalto se produjo dos días después de que bombardeos estadounidenses mataron al menos a 25 combatientes de las Brigadas de Hezbolá, un grupo armado chiita iraquí miembro de las Fuerzas de Movilización Popular, coalición de paramilitares dominada por facciones pro-Irán integradas en el ejército iraquí.
El Pentágono dijo que los bombardeos fueron en represalia a un ataque con cohetes de este grupo registrado el viernes contra una base militar en Kirkuk, que mató a un contratista estadounidense y dejó a dos soldados heridos.