La muerte de Ana González de Recabarren caló profundamente en los sectores defensores de los derechos humanos. (Foto: AP)
La muerte de Ana González de Recabarren caló profundamente en los sectores defensores de los derechos humanos. (Foto: AP)

En una casa del barrio La Castrina, en el municipio obrero de San Joaquín, en , eran velados hoy los restos de Ana González de Recabarren, una emblemática luchadora por los derechos humanos, sin alcanzar la verdad y justicia que buscó por más de 42 años.

Fundadora de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Ana González de Recabarren murió este viernes, a los 93 años, sin haber conocido siquiera el destino de dos de sus hijos, de su nuera embarazada y de su marido, secuestrados por la policía secreta del régimen de Augusto Pinochet en abril de 1976.

Un nieto de dos años y medio fue "perdonado" por los agentes, que lo abandonaron en la acera, a corta distancia de la casa de sus abuelos.

Los secuestros, jamás aclarados por la Justicia ni reconocidos por la dictadura de Pinochet (1973-1990), se enmarcaron en una ola represiva que en ese entonces lanzaron los servicios de seguridad contra el Partido Comunista, que actuaba en la clandestinidad y sufrió la pérdida de numerosos dirigentes, incluidos todos los integrantes de su Comisión Política.

La muerte de Ana González de Recabarren caló profundamente en los sectores defensores de los derechos humanos, como rostro siempre presente en cada manifestación, vestida de negro, con una fotografía de sus desaparecidos en su pecho y las uñas impecablemente pintadas de rojo.

Este último gesto simbolizaba, según explicaba, la alegría que se desataría cuando sus failiares regresaran.

"Querida Ana, has partido. Pero seguirás siempre en nuestro corazón y en el de miles de chilenos", dijo desde Ginebra la expresidenta de Chile y actual Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

"Por tu abnegada lucha por todos nosotros, por los derechos de todos por la justicia, por tu familia te queremos mucho", agregó la ex mandataria", con la voz entrecortada, en un vídeo difundido en su cuenta de twitter.

En Chile, incluso el Gobierno derechista de Sebastián Piñera se unió a las condolencias, a través de la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, quien dijo que Ana González, quien hizo alusión a los crímenes "de la dictadura", en un lenguaje poco habitual en su sector político.

Ana González fue siempre critica de los gobiernos que siguieron a la dictadura y llegó a poner en duda que Pinochet haya sido derrotado en 1988: "Cuando dicen 'le ganamos a Pinochet', pienso que no es verdad. No le ganamos. Seguimos divididos y los luchadores de antes se recogieron a sus casas", dijo en una entrevista con el diario El País al cumplirse 45 años del golpe de Pinochet.

"Para eso fue la dictadura, para silenciar al pueblo que había ganado su libertad", añadió.

En 2004 dirigió una carta al entonces jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, tras haber hecho éste una promesa de "nunca más" a las violaciones de los derechos humanos, a quien le pidió revelar lo que ocurrió a sus seres queridos "detenidos y ocultados en el fondo de la tierra".

"Cuando niña, aprendiendo de nuestra historia patria, se me grabó el gesto del almirante (peruano) Miguel Grau, al devolver a la viuda de nuestro héroe Arturo Prat sus cartas y pertenencias. Qué nobleza, y era el enemigo. ¿Por qué a nosotros no nos devuelven los huesos de nuestros amados, chilenos que fueron masacrados por otros chilenos?", dijo.

"Apelo a su honor militar, a su conciencia, a su amor por la institución. Los porfiados hechos lo llevan a un único camino: la impunidad no puede ser el epílogo de esta tragedia nacional", escribió, sin haber recibido nunca una respuesta.

Ana González de Recabarren suma su nombre a la de muchos familiares de víctimas que mueren sin saber qué pasó. Ella había dicho que nunca en los años de búsqueda había podido llorar a mares, y que lo haría cuando ellos regresaran.

En Chile, durante la dictadura de Pinochet, según cifras oficiales, unos 3.200 opositores murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 40.000 fueron torturados y encarcelados.

Los restos de Ana González de Recabarren serán incinerados al mediodía (15.00 GMT) de este domingo.

Fuente: EFE

TAGS RELACIONADOS