En la noche del 5 de marzo, en San Matías, Honduras, Teofilio Northie Ardón Castellanos se acercó a un grupo de vecinos que estaba en la plaza y le pidió una cerveza a David Enrique Valladares Cáceres, el cual se negó e intentó seguir con su charla. Ante esto, Teofilio no dudó en sacar un machete y arremeter contra la vida de David, que no logró aguantar los cortes y acabó falleciendo minutos más tarde.
Según los efectivos policiales hondureños, el asesinato de David Valladares ocurrió sin pudor alguno y frente a muchos otros vecinos que también estaban en la plaza de El Paraíso en San Matías. Ellos fueron los que alertaron a los agentes del orden quienes peinaron toda la zona hasta dar con el asesino del machete.
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El homicida, un hombre de campo de 40 años residente del barrio Monte Tabor en San Matías, fue capturado rápidamente por la Policía Nacional de Honduras y puesto a disposición del Ministerio Público de dicho país el mismo domingo que ocurrió el lamentable hecho para que el caso pueda ser investigado siguiendo el debido proceso.
Dos días después, el aún sospechoso de homicidio, Teofilio Ardón, compareció ante el Juzgado de Letras Penal de Danlí, en una audiencia de declaración de imputado, en donde le decretaron la medida de detención judicial por suponerlo responsable del delito de asesinato.