Amarna Miller quiere una industria del porno también esté hecho para las mujeres. (Getty)
Amarna Miller quiere una industria del porno también esté hecho para las mujeres. (Getty)

Redacción PERÚ21

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"Me llamo Amarna Miller, soy actriz porno y nací en un país hipócrita donde la misma gente que me llama puta se pajea con mis vídeos". Con esta frase se hizo realmente conocida esta actriz porno española. Sus dichos forman parte del vídeo promocional del Salón Erótico de Barcelona Apricots 2016, en el que cuestiona la doble moral de la sociedad en España. Sus provocadoras palabras incomodaron a más de alguno.

Amarna Miller es actriz y directora porno, empresaria y licenciada en Bellas Artes. Tiene 26 años, es bisexual y, según ella misma dice, le encanta el sexo en todas sus formas.

Miller habla sin tapujos sobre el sexo, sobre los rodajes, las prácticas más difíciles y, sobre todo, de lo que le gustaría cambiar. Por eso, se considera una actriz porno feminista.

"Si el feminismo habla de los asuntos que atañen a la mujer, y desde luego la sexualidad le atañe y la pornografía está totalmente ligada, ¿cómo me puedes decir que el porno no es una cuestión feminista?", se pregunta.

Miller ya es conocida en España y su voz está llegando cada vez más lejos. que trabaja en el cine para adultos desde los 19 años. Hoy vive en Los Ángeles y es una de las insignias del 'porno ético'.

¿Qué es el porno ético?

Amarna Miller lo explica con sus propias palabras. "Tristán Taormino dice que en el porno ético, las actrices y los actores son tratados en igualdad, trabajan en condiciones dignas, reciben una remuneración acorde al trabajo que están realizando y su opinión se valora dentro de la producción".

Pero ¿cuál es el problema? Que el porno, pese a la gran cantidad de seguidores que presenta (es lo más buscado en Google, por ejemplo) sigue siendo —por tabú y prejuicio— una industria con estigmas.

"No existen regulaciones ni protección legal para los actores y actrices, y eso supone un problema porque el hecho de que no haya leyes, como en cualquier industria, hace que pueda haber más abusos", afirmó a El Tiempo.

Por eso, Miller sostiene que su lucha consiste en dar a entender que no todo el mundo que trabaja en la industria porno lo hace porque no tiene otra opción. "Nosotros, los trabajadores sexuales, somos trabajadores, y como cualquier otro necesitamos derechos", aseguró.

La moral y el machismo

Para Miller, uno de los principales problemas es que al discutir sobre los derechos de los trabajadores de la industria porno "siempre chocas con la moral". La sociedad —dice ella— cree que ser actriz porno es un trabajo de segunda clase (inmoral) y que, por tanto, no debería exigir derechos.

La actriz española considera que muchos de los problemas de la industria pornográfica tienen que ver también con el hecho de que los adolescentes no tienen suficiente educación sexual y recurren al Internet para aprender.

"Es como si quieres aprender a conducir y, como nadie te enseña, ves la película 'Rápidos y furiosos' y aprendes que hay que conducir de forma temeraria y agresiva. Lo que no es adecuado, porque estás tomando como referencia una ficción", sostiene Miller.

Otra de sus luchas es denunciar el machismo que reina en una industria hecha por y para los hombres. Ella quiere pensar que esto está cambiando.

"La gente está empezando a darse cuenta de que el porno está hecho para los hombres (…) El siguiente paso es que se empiece a rodar más pornografía que no esté basada solo en el placer masculino, sino también en la sexualidad de la mujer", sostiene la actriz.

"Es muy básico pensar que a los hombres les gustan unas cosas y a las mujeres otras simplemente por lo que tienen entre las piernas".

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