Pierre Bouldoire, decidió llevar su protesta a un nuevo nivel y puso a la venta- de manera figurada- nada más y nada menos que el propio edificio del ayuntamiento. (AFP)
Pierre Bouldoire, decidió llevar su protesta a un nuevo nivel y puso a la venta- de manera figurada- nada más y nada menos que el propio edificio del ayuntamiento. (AFP)

Redacción PERÚ21

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En su primer discurso a la nación gala, el primer ministro, Édouard Philippe, ya lo anunciaba: "Francia está  contra las cuerdas”. El Ejecutivo, apenas entrando en funciones, había descubierto un agujero de 8.000 millones en las cuentas del mandato de François Hollande, predecesor de

De inmediato el gobierno dio a conocer su plan. Se recortaría en 4.500 millones de euros el gasto público durante el presente año para cumplir con el compromiso de limitar el déficit al 3% del PIB. Esto, se recalcaba, sin disminuir los servicios públicos y sin aumentar los impuestos.


Sin embargo, el pasado julio, el mandatario francés aprobó un recorte de más de 300 millones de euros en las subvenciones estatales para los gobiernos locales.

Ante esto, los municipios levantaron la voz. Unos más que otros. El alcalde de Frontignan, el socialista Pierre Bouldoire, por ejemplo, es de medidas drásticas. 

El ayuntamiento de Frontignan, su sala de cine y su escuela principal están siendo subastados, de forma figurada, en 2,5 millones de euros cada una de ellas. Se trata de una creativa iniciativa  para denunciar la drástica baja de ingresos impuesta por el estado francés.

La cifra de 2,5 millones de euros no se ha puesto por capricho, sino que responde a la reducción de las ayudas recibidas en su ciudad durante los últimos cinco años.

El objetivo “era desafiar a Macron en lo que hace, llamando la atención de los ciudadanos”, comentó a la prensa Bouldoire.