La adolescente logró escapar de la casa donde la tenían encerrada. Iba sucia, con el pelo enmarañado y unos zapatos demasiado grandes cuando se encontró con una mujer que paseaba a su perro. (Foto: Getty)
La adolescente logró escapar de la casa donde la tenían encerrada. Iba sucia, con el pelo enmarañado y unos zapatos demasiado grandes cuando se encontró con una mujer que paseaba a su perro. (Foto: Getty)

Redacción PERÚ21

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Una adolescente de 13 años, Jayme Closs, fue catalogada como "heroína" el viernes en , tras pasar 88 días en manos de un hombre de 21 años y lograr escapar. Se cree que el sujeto mató a sus padres para poder secuestrarla.

Su presunto secuestrador, Jake Thomas Patterson, arrestado poco después de que apareciera la chica con vida, será presentado el lunes a un juez para enfrentar cargos de secuestro y doble homicidio, declaró la Policía.

Jayme Closs fue hallada el jueves por la tarde a un centenar de kilómetros al norte del pueblo donde vivía con sus padres, Barron, en una zona rural de Wisconsin, en la región de los Grandes Lagos, en el norte de Estados Unidos.

Los investigadores creen que el detenido, Jake Thomas Patterson, había planificado el secuestro de la adolescente y que ella era su "único objetivo". "Creemos que nunca había contactado con la familia" antes del 15 de octubre de 2018, dijo el sheriff de Barron, Chris Fitzgerald.

La policía y los habitantes del estado de Wisconsin, conmocionados por la noticia, emprendieron la búsqueda de la chica, pero sus esfuerzos no dieron resultado y, poco a poco, se perdió la esperanza de encontrarla con vida.

Todo cambió cuando el jueves por la tarde, la adolescente aprovechó la ausencia de su secuestrador para escapar de la casa donde estaba cautiva, ubicada en una zona aislada cerca de la ciudad de Gordon, a unos 100 kilómetros al norte de Barron.

"Un fantasma" 
La adolescente logró escapar de la casa donde la tenían encerrada. Iba sucia, con el pelo enmarañado y unos zapatos demasiado grandes cuando se encontró con una mujer que paseaba a su perro.

"Era como ver a un fantasma", contó a la prensa local Peter Kasinskas, que la acogió durante media hora en su casa a la espera de que llegaran los agentes. "Parece que no había podido bañarse o lavarse", añadió, indicando que la joven, "probablemente en estado de shock", apenas le habló.