En el 2018, un espantoso caso de homicidio-suicidio estremeció a Estados Unidos. La policía encontró los cuerpos de Steven Pladl, su hija Katie, el padre adoptivo de ella, Anthony Fusco, y un bebé de siete meses. Los oficiales acordonaron la escena para iniciar una meticulosa recolección de pruebas.
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Todo comenzó cuando Steven Pladl, de 43 años, entabló una relación incestuosa con su hija biológica, Katie, de la que nació un hijo. La secuencia de eventos trágicos se desató en Knightdale, Carolina del Norte, donde la policía encontró al pequeño Bennett, de apenas siete meses, muerto en la casa de Steven.
La abuela paterna, aterrorizada tras recibir una llamada de su hijo, alertó a las autoridades: “No vayas a la casa. Dejé al bebé muerto allí”.
La noche anterior, Steven había recogido a Bennett de la casa de su madre en Cary, Carolina del Norte. Aunque el niño vivía con su abuela bajo custodia, esa noche el viaje hacia el horror comenzó. Steven llevó al bebé a su casa en Knightdale, donde lo asesinó brutalmente.
Pladl, lleno de furia, condujo casi 1,000 kilómetros hasta New Milford, Connecticut, con la intención de acabar con la vida de su hija y su padre adoptivo. Al llegar, disparó a Katie y Anthony Fusco dentro de su camioneta. Posteriormente, se dirigió hacia Dover, Nueva York, donde se quitó la vida de un disparo.
La policía que llegó a la casa de Steven quedó horrorizada ante la brutalidad de la escena: el cuerpo desfigurado del pequeño Bennett y manchas de sangre por doquier. En New Milford, encontraron los cuerpos de Katie y su padre adoptivo en la camioneta, con las luces encendidas y los vidrios rotos esparcidos.
En una conferencia de prensa, el jefe de policía de Knightdale, Lawrence Capps, expresó: “Estamos desconsolados y entristecidos por la muerte de este niño. Tratamos de entender los factores que llevaron a estos crímenes sin sentido”.
¿Cómo comenzó su relación?
Katie Pladl y su padre biológico, Steven, intentaron legitimar su relación a través de una ceremonia de matrimonio, un acto que horrorizó a la sociedad. Katie, adoptada al nacer por decisión de su madre biológica, Alyssa Pladl, había sido alejada de Steven en un intento de protegerla de sus abusos. Sin embargo, el destino la llevó de nuevo a los brazos de su padre cuando cumplió 18 años. Lo que comenzó como un reencuentro familiar rápidamente se convirtió en una relación prohibida y peligrosa.
La crisis matrimonial entre Steven y Alyssa culminó en noviembre de 2016, cuando Alyssa decidió abandonar el hogar. En marzo de 2017, solicitó el divorcio, y pocos meses después, la separación fue definitiva. Tras su partida, Steven comenzó a dormir en la habitación de Katie. Para mayo de 2017, Alyssa descubrió que su hija estaba embarazada de Steven.
La pareja fue arrestada bajo cargos de incesto después de que se descubriera su intento de casarse. En julio, Katie publicó una controvertida foto en Instagram besando a Steven, con el mensaje: “Nada elegante, solo amor”, y hashtags como “JustMarried” y “Embarazo”. Aunque fueron liberados tras pagar fianza, la justicia prohibió a Steven acercarse a Katie y a su hijo recién nacido.
La custodia del bebé quedó en manos de la abuela paterna, pero Steven lo buscó para iniciar un trágico raid de muerte. Alyssa Pladl, devastada por la pérdida de su hija y nieto, reveló los horrores que Katie sufrió de pequeña. “Sabía que debía alejarla de él para darle una oportunidad”, confesó entre lágrimas. Detalló abusos físicos y psicológicos, incluyendo que Steven pellizcaba a Katie y la metía en una heladera para callar su llanto.
La exesposa de Steven dijo a las autoridades que él comenzó a dormir en el piso de la habitación de Katie después de que Katie se mudó a la casa. Las órdenes judiciales declararon que Steven dijo a sus otros hijos que se dirigieran a Katie como su madrastra.
El abuso de Steven no se limitó a Katie. Alyssa también describió cómo Steven era violento y temperamental. “Amenazaba con suicidarse si lo dejaba. Incluso decía que se iba a grabar para asegurarse de que yo lo viera”, recordó Allysa.
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