Abogados de un sujeto que se arrancó y comió un ojo en Texas (Estados Unidos) argumentaron que su patrocinado es un enfermo mental, por lo que no puede ser ejecutado tras asesinar a su esposa y sus hijos, una bebé de 13 meses y un niño de 4 años.
El criminal responde al nombre de Andre Thomas (35) y cometió los crímenes en marzo del 2004 en el condado de Grayson, al norte de Dallas.
A las víctimas las apuñaló y arrancó el corazón, y luego los echó a la basura. Tras ser arrestado, Thomas se sacó un ojo en la cárcel de Sherman. A pesar de la naturaleza extraña de su comportamiento, un juez decidió que fuera enjuiciado tras hallar que era competente a nivel mental.
Luego, en 2009, se arrancó el otro y, tras ser socorrido por la Policía, manifestó que se lo había comido.
Luego de estos pasajes, el individuo fue ingresado a la unidad psiquiátrica de la prisión.
En 2016, sus abogados presentaron una apelación a la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito, en Nueva Orleáns. El último martes, escucharon sus argumentos y pronto decidirán el futuro del individio.