Al menos 16 jóvenes muertos y 14 heridos dejó un tiroteo en una discoteca de la capital del estado brasileño de Ceará, al nordeste de Brasil. Según testigos, fueron 40 minutos de terror.
Cantando una canción de un grupo de narcotraficantes, los temibles sicarios salieron del recinto disparando al aire.
Según la policía, se trata de una disputa territorial entre dos de los grandes grupos mafiosos que se reparten el tráfico de drogas en la zona. El objetivo eran miembros del mayor de ellos, el Comando Vermelho (el Comando Rojo).
El gobernador, Camilo Santana, señaló que el atentado ha sido organizado y planeado. "Esta vez, nuestros servicios de inteligencia no consiguieron evitarlo", agregó.
En los últimos años, el estado de Ceará se se ha convertido en el tercero más violento del país, con unos 46 homicidios por cada cien mil habitantes, cuando la media del país está 29 por cada cien mil.