Redacción PERÚ21

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El incendio en un templo del estado indio de Kerala provocado este domingo por la explosión de material pirotécnico, en el que han muerto al menos 105 personas y 350 resultaron heridas, es el más grave registrado en los últimos años en la India.

La catástrofe se produjo en el templo hindú de Puttingal Devi en la ciudad costera de Paravur, en el estado de Kerala, durante las celebraciones del Año Nuevo hindú.

Oommen Chandy acusó a los responsables del templo de haber lanzado los fuegos artificiales pese a no contar con la autorización necesaria, por las preocupaciones en torno a las medidas de seguridad.

"Las autoridades del distrito de Kollam no habían autorizado esos fuegos artificiales", aseveró Chandy. El gobierno de Kerala ordenó una investigación.

Un diputado del parlamento local indicó que uno de los cohetes cayó en el edificio donde estaban almacenados los fuegos de artificio que debían ser lanzados a continuación.

"El incidente ocurrió cuando ya se había lanzado el 75% de los fuegos. Al final ha sido una suerte, porque el balance de muertos podría haber sido muchísimo mayor", declaró a la televisión N.K. Premachandran, representante del distrito de Kollam.

AMPUTACIONESPor su lado el jefe del hospital Thiruvananthapuram Medical College, en la capital de Kerala, afirmó que algunas de las víctimas presentan heridas tan graves que habrá que efectuar numerosas amputaciones.

Por su lado el jefe del hospital Thiruvananthapuram Medical College, en la capital de Kerala, afirmó que algunas de las víctimas presentan heridas tan graves que habrá que efectuar numerosas amputaciones.

El primer ministro indio, Narendra Modi, anunció que visitará el lugar y prometió 200,000 rupias (US$3,000 dólares) de indemnización a las familias de los fallecidos y 50,000 rupias para los heridos.

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