Kolinda Grabar-Kitarovic, presidenta de Croacia desde 2015, no es ajena al fútbol y vivió, como un hincha más, la clasificación a la gran final del Mundial Rusia 2018.
A pesar de su evidente hinchaje, la mandataria croata no desea sacar provecho de su puesto y ha optado por no cobrar su sueldo durante los días que estuvo alentando a su seleccionado en la justa mundialista.
Grabar-Kitarovic, quien estará presente en la final que se jugará en el Estadio Olímpico Luzhnikí, también prefirió pagar, de su propio dinero, los pasajes y entradas para ver los partidos del equipo dirigido por Zlatko Dalić.
Sin viáticos ni gastos innecesarios, la presidenta croata ha preferido estar en la tribuna y no en los palcos oficiales que son designados a las autoridades. "Cuando animo al equipo me gusta hacerlo de una manera que a veces puede ser un poco inapropiada en la zona vip", contó
Tras la victoria ante Inglaterra, Kolinda bajó al vestuario a festejar y felicitar al equipo croata.