Aun cuando no pasamos a la siguiente etapa del , aun cuando solo ganamos uno de los tres encuentros disputados, en el Perú hay un sentimiento de orgullo por el papel desempeñado por nuestra , por estos 23 jóvenes de diferentes barrios y puntos del país –dirigidos por un comando técnico excepcional–, que lograron cohesionarse, que lograron integrar una gran familia y que se enfrentaron, de igual a igual, con jugadores que integran los más importantes clubes del mundo.

Pero también hay orgullo por la hinchada, por el inmenso grupo humano que –desde las Eliminatorias y sin importar los resultados– siguió al elenco nacional, al equipo que lleva la –o la rojiblanca, según sea el caso– y le hizo sentir su respaldo incondicional.

“El fútbol ha generado un hito positivo en el estado de ánimo. Y el estado de ánimo, en general, es algo importante. Y creo que, en general, hay un sentimiento de orgullo, de haber conseguido que un equipo funcione. Porque en nuestro país, si hay algo en lo que tenemos problemas, es que cada quien está en lo suyo, empuja, se esfuerza, se levanta temprano, pero el conjunto no se mueve, es muy difícil”, afirmó el psicólogo Roberto Lerner.

Dijo que se trata de un equipo joven que ha sido dirigido por una persona que no se ha dejado mangonear por nadie, “ni por la prensa ni por los jugadores famosos”. Este grupo ha contribuido a mejorar el estado de ánimo, que, según Lerner, es algo importante porque guarda relación con lo que las personas esperan del futuro. “Es un estado de ánimo positivo, pero, por usar un término técnico de mi profesión, no maníaco, que sucedía antes cuando ganábamos un partido y pensábamos que ya estábamos en la final. Es un estado de ánimo más parejo, más consistente, que creo que va a durar un tiempo más”, sostuvo.

Indicó que otro aspecto positivo que ha dejado el fútbol es la democratización en términos de género. “Nunca he visto tantas chicas, tantas mujeres involucradas como sus amigos, sus padres, sus hermanos. Se ha vuelto algo así como la gastronomía, que no tiene género. Todos estamos involucrados”, destacó.

También resaltó la presencia de los peruanos en el extranjero. “De pronto nos hemos dado cuenta, y ese es un efecto inesperado, de que no somos 31 millones de peruanos. Somos 34 millones; que hay tres millones de compatriotas que viven y siguen sintiendo y latiendo por nuestro país. Creo que esa reconexión con los compatriotas que están fuera puede ser algo interesante desde todo punto de vista... En general, la hinchada ha caído simpática y creo que es algo que se puede aprovechar”, refirió Lerner.

Desde su perspectiva, el impacto va a ser importante en nuestra identidad, en nuestra mirada hacia el futuro. “Hay un factor de unificación interesante. Porque un chico de Huancayo, un chico de Loreto, un chico de Lima, de diversos niveles socioeconómicos, han estado siguiendo igual los partidos. Eso es algo que debemos aprovechar”, insistió.

¿De qué forma? Pues siguiendo algunos ejemplos que nos ha dejado esta incursión por Rusia. Se unió un grupo de personas –no solo jugadores, también sus familias y amigos– que se apoya, que funciona, que sale adelante con esfuerzo y porque han tenido mentores y modelos. “No importa dónde nazcamos ni vivamos, todos podemos contribuir a eso”, enfatizó.

La tarea de todos, ahora, aseguró Lerner, es poder trasladar toda esa energía, todo ese buen ánimo, toda esa buena onda, a otros campos de la vida, a buscar la solución a otros problemas cotidianos de nuestro país.

Que no nos quedemos en este episodio, que se establezca una continuidad. Que, como los mismos jugadores han dicho en más de una oportunidad, que esto solo sea el principio, que miremos las cosas de forma diferente, con optimismo y solidaridad. Ojalá que así sea.