Redacción PERÚ21

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Gabriel Victoria, de 45 años, y la selección de cumplirán su sueño más anhelado: estar en un Mundial. El juez de línea panameño, quien tiene una conmovedora historia detrás, será parte de la terna arbitral seleccionada para dirigir la .

Tras la histórica clasificación del combinado panameño a la justa mundialista (será el primer Mundial que disputará), Gabriel, quien tiene más de 20 años trabajando como juez de línea, sumó una nueva felicidad en su vida: arbitrar en el evento deportivo más importante de todos. 

Como la liga de fútbol panameña es semiprofesional, los árbitros de este campeonato no cuentan con sueldo fijo e ingresan en función de los partidos que arbitren.

Victoria solo percibe aproximadamente 100 dólares al mes, una cifra con la que tiene que ser el sustento económico de su familia. 

RECOGE LA BASURA 

Con tres hijos y dos nietos, al juez de línea no le quedó más remedio que conseguir otro empleo: unirse a la 'Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario', quienes se encargan recoger la basura en Panamá​​.

"Es un trabajo armónico con los compañeros, nada de estrés, siempre andamos contentos y a la hora que hay que hacer el trabajo lo hacemos", precisó Victoria a un medio local de Panamá

Así es la vida de Gabriel, quien después de arbitrar en la Copa del Mundo, se retirará de manera oficial.  

"Pienso retirarme el próximo año; es un honor para mí estar en este Mundial como árbitro", indicó el juez de línea.