Cristiano Ronaldo toma aire, comprime sus abdominales y ejecuta el protocolo letal que decidió implementar entre sus infinitos recursos. Su constante búsqueda por la perfección fue recompensada una vez más.
Lo había advertido Sergio Ramos: "A Cris prefiero tenerlo a favor y no en contra. Es un peligro constante". Sin embargo, incluso el referente del Real Madrid, acostumbrado a CR7 en todas sus facetas, no imaginó una actuación tan determinante de su compañero de equipo, ahora rival.
El lusitano se presentó en Sochi con un triplete para evitar el triunfo de un colectivo notable con su jerarquía individual: Ronaldo 3 - España 3.
Lució sus pergaminos de crack instantes después del inicio del duelo entre ibéricos por la primera jornada del grupo B del Mundial. Con la habilidad que lo caracteriza, provocó el descontrol en Nacho dentro del área española y transformó la pena máxima en gol; pero no fue suficiente.
Luego que Diego Costa intentara robarle protagonismo con un doblete, buscó un espacio y venció a De Gea para igualar condiciones, aunque la igualdad duraría poco por la reivindicación de Nacho, quien pensó sentenciar el 3-2 a favor de 'La Roja'. Inocencia de su parte. Poco antes del desenlace del vibrante duelo, Cristiano forzó una nueva falta, se apoderó del esférico y lo envió a las redes de manera notable.
Así, Ronaldo se convirtió además en el cuarto jugador de la historia en marcar en cuatro mundiales consecutivos para mirar de frente a Miroslav Klose, Uwe Seeler y Pelé. Antes de superarlos, seguramente.
Rusia 2018, día dos: CR7 no pierde el tiempo. Portugal agradece.