Christian Ramos celebra su gol como 'El Hombre Araña'. (César Campos)
Christian Ramos celebra su gol como 'El Hombre Araña'. (César Campos)

Siempre sereno, concentrado, midiendo a sus rivales. En silencio. es el defensa que toda selección necesita. El miércoles ahuyentó al miedo que nos comenzaba a inquietar cuando solo ganábamos con un gol. No se aguantó, subió ante un tiro de esquina de Cueva y la pelota le quedó justa: el gol de la clasificación lo hizo la sombra.

A Perú le marcaron 34 goles en los 18 partidos de las Eliminatorias a Sudáfrica 2010. 34 goles que nos mandaron al último lugar de la tabla y que nos repitieron que el camino para ir a un Mundial empieza por la formación de una defensa impenetrable. Lección aprendida, si queríamos ir a Rusia teníamos que cambiar.

En 2015, Ricardo Gareca se pone el buzo y en su primera convocatoria llama a Christian Ramos. Lo hace y es cuestionado: 'La Sombra', con 27 años ya había jugado antes con la bicolor y, ahora,  en la plenitud de su carrera no había logrado ser un caudillo importante. Cumplía con lo necesario en el Juan Aurich. Antes había pasado por Cristal, Alianza y la San Martín. 

Ramos, es el acompañante perfecto de Rodríguez. (AP)
Ramos, es el acompañante perfecto de Rodríguez. (AP)

Pero Gareca ya daba luces de su terquedad. Como ocurrió con Cueva, Gallese y otros cambios más que nos llegaron a desesperar por momentos, el técnico siempre tuvo la razón. Dudar de Ramos y su capacidad no era algo inusual, era lo común. Ya lo dijo por estas horas su madre, le decían "malo". 

Porque, seamos sinceros, Ramos dio algunas razones. No es tan rápido como Alberto Rodríguez, no es tan técnico como Miguel Araujo ni agresivo como Zela. Tampoco tiene la juventud de Abram ni la experiencia de Zambrano. ¿Por qué apostar por un jugador tan criticado?

Gareca, una vez más, dándonos lecciones. Lo que Ramos no tenía lo compensaba con aciertos. Con adelantos a defensas, con determinación para ir a jugada de choque, con tranquilidad en los momentos tensos, con responsabilidad. A todo eso se le suma que es con quien mejor se entiende Rodríguez, el caudillo intocable de la selección peruana. Christian Ramos multiplica su nivel con el mudo y viceversa. En el camino a Rusia la defensa peruana solo recibió 26 goles. 

Pero Ramos tenía algo más: gol. Si la recuperación de Perú inicio en la victoria 4-1 sobre Paraguay en Asunción, lo de Ramos tiene merito doble. El defensa saltó con la frente ensangrentada para poner el 1-1 en aquel partido que lo terminamos goleando. Lo fue a celebrar con Gareca, el dueño de su confianza.

Y un año después de aquella gesta de visitante, Ramos lo hizo otra vez. Ya no de cabeza, ahora su pierna derecha le sirvió para el 2-0 ante Nueva Zelanda. El defensa que superó las críticas ahora nos daba la clasificación y hasta su celebración fue descoordinada. "Fue para mi hijo, que le gusta mucho 'El Hombre Araña'", contó minutos después con una alegría que solo lo hacía sonreír. A lo lejos, su mamá lloraba de felicidad.

Christian Ramos, de a pocos y con trabajo, se convirtió en un pilar de esta selección. Le debemos mucho y él solo le debe a Gareca. Hoy brilla en el Emelec de Ecuador y con 29 años su carrera aún no ve techo alguno. La 'sombra', el mejor compañero de Rodríguez, celebró ayer con llanto. Dentro de un año estará en Rusia, contra los mejores del mundo. El muchacho discutido por todos nos tapó la boca y nos llevó a la gloria.