Cuando hablamos de la diseñadora y empresaria Norka Peralta, inmediatamente la vinculamos con disciplina, tesón y trabajo. Su mirada penetrante, su voz segura y sus firmes ademanes nos confirman que estamos ante una mujer empoderada y fuera de serie.
Más de 40 años dedicados con éxito al mundo de la moda, educación y diseño la hacen una voz autorizada en el tema y un referente para las diseñadoras peruanas.
Su madre, quien creó en Lima el primer Centro de Enseñanza en Diseño y Confección, fue su gran inspiración, no solo para convertirse en diseñadora de modas sino para crear el Centro de Altos Estudios de la Moda (CEAM), con 20 años en el mercado educativo.
“Cuando miraba el centro de enseñanza de mi madre, lo veía como un sueño lejano (la creación de su propia escuela de moda). Fue un ideal que fui forjando y lo realicé. Lo hice en memoria de mi madre y por los sueños que siempre había tenido de crear diseñadores que puedan competir no solo en Perú sino en el mundo”, revela Norka envuelta en una ola de emociones y recuerdos.
Empezó vendiendo algunas prendas de vestir en un pequeño espacio del Cenecape de su madre. Poco a poco fue forjando su propia fama como buena diseñadora y abrió su propio atelier en Miraflores, hasta que llegó a tener cuatro tiendas en Lima.
La reconocida diseñadora ha llegado a vestir a reinas de belleza, grandes figuras del espectáculo y prominentes personajes de la política, incluidas dos primeras damas de la nación. También ha participado en pasarelas internacionales, como los Fashion Week de Nueva York, Colombia y Miami.
Sin embargo, ella considera que uno de los mayores desafíos en su carrera fue concientizar a los padres de familia (que iban a matricular a sus hijos al Centro de Altos Estudios de la Moda) de que estudiar diseño de modas también es una carrera rentable como cualquier otra.
Así lo demostró la diseñadora, quien tuvo gran éxito gracias a ser una profesional detallista, minuciosa y perfeccionista, pero también reconoce que tuvo que sacrificar su vida familiar para lograrlo. Por eso, agradece a sus hijos el apoyo que le brindaron para concretar cada uno de sus sueños profesionales, con lo que nos enseña que una familia unida te da el soporte necesario para crecer. “Les agradezco infinitamente”, fue lo último que nos dijo la mujer de cabellos rojos y ojos café.