Todo empezó con una imagen, con un recuerdo, como comienzan muchas grandes historias. Alessandra Sala tomaba a los 10 años con su papá, un italiano que cada tarde la llevaba a compartir con sus amigos. No cumple aún 30 años, y ha logrado el sueño de recuperar esa foto de la infancia y transformarla en una película que día a día se desarrolla en , su emprendimiento y pasión.

Alessandra estudió Fotografía, pero su amor por el café y la maternidad cambiaron su rumbo. Al lado de su esposo fundó el primer local en San Isidro. Hoy tienen tres y una marca importante. Y lo que ella tanto anhelaba: crear un espacio de encuentro, de compartir, de conversación, como esos días al lado de su papá.

“Hemos crecido de a poquitos”, dice. Contempla el lugar lleno. D’Sala Caffè no tiene clientes. Tiene fans. Esto ha sido posible gracias a la eficiencia y calidad. Ella está pendiente de cada detalle, y no descuida las labores de mamá. Su rutina de trabajo incluye a su familia. El café los une.

“Estamos enfocados en la calidad. Queremos que el café esté siempre fresco, que los baristas estén bien capacitados, y que la gente se sienta en casa, que sienta la cafetería como un segundo hogar”, dice Alessandra. Estudió en Le Cordon Bleu y ve el café como un aprendizaje constante. Estudia, investiga, prueba.

El café que ofrece es de Amazonas, y espera incluir los de Cusco y Cajamarca. Los caficultores son claves, y es por ello que se ha enfocado en pagarles un precio por encima del mercado para que mejoren su producción, y al mismo tiempo que el café que llegue a la mesa sea excelente.

En esta experiencia ha afrontado el machismo, presente en cualquier parte. Por ejemplo, cuando está con su esposo, hay quienes prefieren hablar con él porque los “negocios son cosas de hombres”.

Pero no se detiene. Ella sigue, incansable. El gran objetivo de Alessandra es incentivar el consumo de café peruano. “El peruano debe saber que tiene buen café, y que debe consumir lo suyo. Debemos enseñarle, crear una cultura de café y seguir compitiendo”. La película familiar se llama D’Sala Caffè.