Luego de una clase de primeros auxilios que llevó en el colegio y de leer el libro One Flew Over the Cuckoo’s Nest (Alguien voló sobre el nido de cuco), de Ken Kesey, Stephany Castro decidió estudiar Medicina Humana en la Universidad San Martín de Porres.
Es limeña, tiene 27 años y está soltera. Actualmente realiza su Serums y su rutina diaria empieza muy temprano, ya que se despierta a las 5:30 a.m. para salir a trabajar. Pese a lo demandante de su carrera, Stephany nunca olvida que cuidar su cuerpo, su alimentación y sus horas de sueño es fundamental para una vida equilibrada.
Suele comer de modo saludable: las frutas, verduras y proteínas no faltan en su dieta y evita las frituras, así como el alcohol. Tampoco fuma. Para ella, el ejercicio es imprescindible. Suele correr de noche y hace abdominales y sentadillas. “El deporte es importante, acompañado de una buena alimentación”, dice.
Se considera una persona ordenada y disciplinada. “La carrera de Medicina es muy sacrificada. Si eres médico, tienes que dar el ejemplo de gozar de una buena salud, que se define como el completo bienestar físico, social y no solamente la ausencia de enfermedades”, anota.
Para Stephany, la vocación lo es todo, y ella es una prueba de ello.