La activista Gina Yáñez, del Movimiento Manuela Ramos, señaló que el anunciado proyecto de la gestion de la alcaldesa Susana Villarán, para la creación de una 'zona rosa' en Lima, no es la solución al problema de la prostitución en la capital.
"El gobierno local (municipio de Lima) debe dar una salida integral a la prostitución pues es un grave problema social. Solo con volver la mirada a la 'zona rosa' no se resuelve nada. Esta medida únicamente le está poniendo 'parche' a un delicado asunto", dijo.
Y es que el problema es álgido. La prostitución camina libremente por las calles del Cercado de Lima, a pesar de que la comuna metropolitana anunció que la capital estaría libre de meretrices en 2012, ello no ha ocurrido.
¿Qué ha pasado? A mediados del año pasado se formó la Mesa de Trabajo Sexual, a cargo de Susel Paredes, subgerenta de Organizaciones Vecinales del municipio limeño, para discutir una serie de propuestas y enfrentar este problema. La 'zona rosa' era la principal opción. Pero estos encuentros se suspendieron, según Erica Reupo, directora del Movimiento El Pozo –quien participó activamente en las sesiones–.
El Movimiento Manuela Ramos, pese a su oposición a la 'zona rosa', resaltó que se llevaran a cabo reuniones para tratar este tema, porque consideró importante escuchar a las trabajadoras sexuales y a los vecinos, aunque lamentó que no haya un diagnóstico serio sobre este mal social.
"Mientras tanto, las mujeres están sometidas a violencia por 'trabajar' en la clandestinidad. Las comunas deben lanzar campañas dirigidas a los clientes para que no las maltraten", indicó Yáñez.
Agregó que las autoridades deben pensar en promover oportunidades laborales dirigidas a las trabajadoras sexuales para que dejen ese mundo y reconstruyan sus vidas. "En la mayoría de los casos dependen del meretricio debido a la falta de recursos económicos", anotó.