Fiesta de la Candelaria le pertenece a todo el planeta, afirmó el presidente. (Presidencia)
Fiesta de la Candelaria le pertenece a todo el planeta, afirmó el presidente. (Presidencia)

Redacción PERÚ21

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En el día central de la patrona de Puno, el presidente llegó a la ciudad lacustre para entregar, oficialmente, el certificado de la que declara la festividad de la como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El jefe del Estado arribó acompañado de la primera dama, Nadine Heredia, cerca de la 1:00 de la tarde de ayer y fueron recibidos por el presidente regional Juan Luque y el alcalde de la Municipalidad Provincial de Puno, Iván Flores.

La ceremonia se efectuó en la Plaza de Armas, donde Humala entregó el documento oficial de la Unesco al obispo de la región, Jorge Carrión Pavlich.

"Es un orgullo para Puno que hoy el mundo entero, a través de la Unesco, reconozca a las festividades de la 'Mamacha' Candelaria, que han trascendido Puno y pertenecen a todo el planeta, pero su origen está aquí", sostuvo el mandatario.

Agregó que la festividad es "un esfuerzo de sincretismo por conjugar la religiosidad y el esfuerzo de los artesanos y artesanas puneños, que salen cada día a defender nuestras costumbres".

Al acto también llegaron el ministro de Relaciones Exteriores, Gonzalo Gutiérrez; la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Magali Silva; el titular de Salud, Aníbal Velásquez; la ministra de Cultura, Diana Álvarez-Calderón, y los congresistas Emiliano Apaza y Rubén Condori.

MISA Y PROCESIÓNEl día más importante para los devotos de la Virgen de la Candelaria fue ayer. A las 10:00 de la mañana acudieron a la misa en honor a la venerada imagen, oficiada por el obispo Carrión Pavlich en el atrio de la Catedral de Puno.

A las 2:00 de la tarde se inició la procesión de la 'Mamita' Candelaria por la Plaza de Armas y diversas calles de la ciudad.

La efigie estuvo acompañada por un mar humano, compuesto por residentes, turistas y las confraternidades folclóricas que danzaban y cantaban, mientras que la virgen se abría paso entre las múltiples alfombras de flores, aserrín y yeso, confeccionadas en su honor.