POR SILEÑA CISNEROS Y CÉSAR MARTÍNEZ
Restos de piel y pedazos de cuero cabelludo regados a dos cuadras del epicentro evidenciaban la fuerza de la deflagración. Retazos de ropa quemada, de sandalias y de zapatillas, en las calles, demostraban la desesperación de las personas por buscar refugio para salvarse... Algunas no lo lograron.
Una deflagración es cuando algo arde repentinamente, pero sin explosión. Y ello fue lo que ocurrió con el gas que llevaba un camión de la empresa Transgas. A las 6:57 de la mañana el olor de la fatalidad se asomó en el cruce de las avenidas Pastor Sevilla y Villa del Mar en Villa El Salvador. El tubo de un camión cisterna con 2,500 galones de gas licuado de petróleo, se rompió luego de pasar por un rompemuelle. Una densa nube blanca con un fuerte olor alertó a las familias que aún somnolientas empezaron a correr. Uno de ellos fue Javier García Ninahuamán, de 27 años. “Estábamos despertando y sentimos el olor a gas y todos en mi casa salimos. Cuando estaba corriendo –como a tres cuadras de donde estaba el camión–, empecé a sentir ardor en mi brazo y la cara... Me estaba quemando”, relató a Perú21.
El joven fue trasladado al hospital de Villa El Salvador, pero su hermana, Lucero, fue llevada al Arzobispo Loayza con quemaduras en el 40% de su cuerpo, sobre todo en la espalda. La misma situación vivió Rola Gálvez Pacheco, de 49 años. Huía con sus dos hijos de 15 y 8 años cuando fue alcanzada por las llamas. Tiene quemaduras en el 60% de su cuerpo.
La tragedia se inició en la avenida Villa del Mar, a poco más de dos cuadras de donde estaba el camión. Al parecer, la chispa del encendido de una camioneta provocó la deflagración del gas esparcido y se extendió en la zona. Defensa Civil, al cierre de esta edición, contabilizó 48 heridos y cuatro muertos, tres menores y un adulto, pero la cifra es preliminar. Hay personas en estado crítico que incluso fueron evacuadas en un helicóptero de la FAP. Uno de los fallecidos es un adulto aún no identificado, pero que muchos reconocen como héroe, pues habría dado su vida por dar la alerta sobre la fuga de gas.
Jimmy Moscoso y su familia se salvaron. Lograron salir a tiempo pero su casa de dos pisos, que albergaba una farmacia, quedó inhabitable al igual que otras cinco. Hay otras 14 viviendas afectadas y más de 100 personas perjudicadas.
A la zona llegó el alcalde de Villa El Salvador, Kevin Yñigo Peralta, pero tuvo que irse corriendo. Recibió insultos por no haber reparado el rompemuelle. Solo atinó a decir que “la obra fue de la gestión anterior”.
Transgas activó los protocolos de seguridad, pero guardó silencio. Su chofer Luis Palomino Guzmán, al que creían muerto, desde la cama del hospital indicó que la unidad se dañó al pasar por el desnivel. Tiene 83 papeletas de tránsito y, además, la unidad ya había tenido fugas de gas en 2018.
Por la noche llegaron a la zona la ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza, y el del Interior, Carlos Morán, y el alcalde de Lima, Jorge Muñoz. Este último informó que se colocaron 17 carpas que albergarán a los damnificados y la titular de Salud añadió que se les brindará alimentos. Nadie se ha hecho responsable de esta atrocidad. La Policía, la Fiscalía y Osinergmin indican que aún todo está en investigación. Urgen respuestas.