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Los restos de María de los Ángeles Ojeda —la niña de 10 años que fue encontrada muerta en un descampado en Mala— fueron sepultados en casa de unos familiares situada en San Luis de Cañete.
La madre de la menor, Luz Armellón, declaró que la Policía la detuvo por varias horas en la comisaría de Cañete porque la creían la principal sospechosa del asesinato de la tercera de sus hijas.
"Me están echando la culpa. Ayer me obligaban, me decían que diga que yo tuve que ver algo con mi hija. A la fuerza me esposaron, me han hecho heridas en la mano".
Armellón le consultó a la Policía cómo fue que encontraron a su hija y estos le explicaron que tenía los brazos con corte de hasta 20 centímetros de profundidad. Además, parte de su cabellera había sido arrancada.
Sin embargo, nada de esto fue consignado en el certificado de la necropcia. Según este documento, María de los Ángeles murió a causa de traumatismo cervical debido a tracción externa. En otras palabras, por un fuerte impacto en el cuello.
La madre de la menor señaló, además, que la Policía habría conseguido un video que daría pistar sobre quién o quiénes mataron a la menor. De acuerdo al supuesto registro audiovisual, dos hombres habrían perseguido a la menor. María de los Ángeles salió de su casa a buscar un cargador para el celular de su madre en un bodega ubicada a media hora de camino, recorrido que hacía cotidianamente. La niña nunca llegó a su destino.
En el anexo 27 de diciembre, en Mala, los vecinos se sienten totalmente inseguros. Lógicamente, los padres de familia temen que a sus hijos les vaya a ocurrir lo mismo que pasó con la niña de 10 años.
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