Vida tras las rejas: 1,262 presos cumplen cadena perpetua en el país

El profesor Antonio Huarsaya Alanocca, recientemente sentenciado a cadena perpetua por violar a su alumna de 11 años pidió clemencia a los jueces.

Actualizado el 11/03/2021 02:26 p. m.

“Por humanidad, por favor, pido que se pueda aminorar la pena. Clemencia”. Este era el ruego de un profesor condenado recientemente a cadena perpetua por violar en ocho oportunidades a su alumna de 11 años, en un colegio del Callao. Las resoluciones de este máximo castigo se han duplicado en los últimos cuatro años y actualmente existen 1,262 reos que pasarán el resto de su vida tras las rejas, según las estadísticas del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

Hasta diciembre de 2017 existían 636 sentenciados de por vida por diversos delitos, la mayoría de ellos por abuso sexual en agravio de menores.

El panorama no ha cambiado. A pesar de que en agosto de 2018 entró en vigencia la Ley 30838, que sentencia a cadena perpetua a quien cometa violación sexual contra menores de 14 años de edad, a fin de que estos cesen, estos siguen ocurriendo todos los días y se refleja con el internamiento de los acusados por este delito, precisó una fuente del INPE.

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VIDA TRAS LAS REJAS

El crimen que más se castiga con la pena máxima es el de abuso de menores y de los 1,262 condenados, 814 estarán tras las rejas hasta la muerte por este delito.

En las estadísticas le siguen robo agravado (215), violación sexual (93), secuestro (41), homicidio calificado-asesinato (24), terrorismo (8), secuestro agravado (7), feminicidio (6), robo agravado en el grado de tentativa seguido de muerte (6) y sicariato (6).

Así también: robo agravado en banda (4), extorsión (3), tráfico ilícito de drogas (2), robo agravado seguido de muerte (2), violación sexual a menor con muerte o lesiones (2), parricidio (1), entre otros.

La mayoría de ellos cumplen su condena en cárceles de Lima con un total de 487 internos. De ellos, 104 están en el penal de Ancón y 77 en el Miguel Castro Castro.

El fallo más reciente de cadena perpetua recayó en Antonio Huarsaya Alanocca (56), profesor de danza y computación del Centro Educativo José Abelardo Quiñonez, ubicado en el asentamiento humano José Boterín, en el Callao, quien ultrajó hasta en ocho ocasiones a una menor de 11 años, tras amenazas constantes de desaprobarla en ambos cursos si se negaba a acatar sus órdenes.