Luego del macabro hallazago que hizo la familia de Guillermo Sarango, sujeto que estaba desaparecido desde hace siete años y que fue encontrado enterrado en un bloque de cemento en su propia azotea en Ventanilla, la policía realizará pruebas de ADN para certificar que se trata de él.
Los familiares apuntan a que el cuerpo encontrado es de Sarango, pero aún se debe realizar los exámenes respectivos para confirmarlo.
Sarango desapareció en el 2011, justo antes de una reunión familiar que su madre convocó porque se encontraba enferma. Desde ese entonces, sus hermanos venían buscándolo sin cesar.
La hija de Sarango vive en el extranjero y su padre no registra movimientos migratorios desde aquella fecha, por lo que se descartó un viaje.
Para Norma Torres (62) y Gisela Sarango (41) solo un nombre les viene a la mente al hablar de la desaparición y muerte de Sarango, y es el de Angelina Ayala Figueroa, ex conviviente de Guillermo y quien brilla por su ausencia.
"Ella lo que quería es quedarse con la casa", cuenta Gisela Sarango, quien lleva más de 19 años en la península ibérica.
La hija de Guillermo Sarando narró que su padre y la conviviente habitaban el tercer y cuarto piso de la vivienda y su tía en el primer y segundo. Recuerda que en una ocasión su tía escuchó unos cristales romperse, por lo que gritó para saber si se trataba de su padre.
'Sí, auxilio' fue lo que se escuchó tímidamente desde la parte superior de la vivienda. La familia llamó a la Policía, que acudió para revisar el incidente.
"Cuando el comisario llega a inspeccionar, esta señora (Angelina) agarra el celular, hace una llamada y se la pasa al comisario. Él hace un movimiento de cabeza, termina la llamada y se retira con su equipo de la casa", indicó Gisela a este medio.
La hija presume la culpabilidad de la ex conviviente de su padre pues tras contratar a investigadores privados, habría descubierto presuntos pagos para que las pesquisas de la desaparición se dilaten.