Redacción PERÚ21

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Mariela Valera Huanca se ganaba la vida vendiendo pasteles de choclo en el centro de Lima, cuando conoció al fotógrafo holandés , en el año 2008. Éste le pidió permiso para tomarle una instantánea, pues le llamó la atención la manta colorida con la que la mujer llevaba a su hijo en la espalda, y le prometió que si vendía la foto le pagaría un porcentaje.

Mariela, ahora dedicada a la costura, ya había olvidado el hecho cuando el diario la ubicó para darle la buena noticia: Utrecht los había contactado para buscarla y pagarle los US$2 mil correspondientes al 20% del valor de la fotografía.

Tras una complicada búsqueda, pues el fotógrafo lo único que sabía de la mujer era su nombre completo, Mariela fue ubicada en el asentamiento humano Los Nogales, en . Su alegría fue inmensa al recibir la noticia.

"Todavía no lo puedo creer. Estaba preparando el almuerzo y de pronto me recuerdan la foto esa y el dinero que tienen para pagarme. Muchísimas gracias", alcanzó a decir emocionada. "Nunca había visto tanta plata junta. Muchísimas gracias, esta va a ser una buena Navidad", agregó.

Utrecht trabaja para , organización sin fines de lucro que se dedica justamente a publicar retratos de personas "normales" en momentos de su vida cotidiana alrededor de todo el mundo. La organización se asegura de que todas las personas cuyas instantáneas llegan a venderse, reciban el importe correspondiente.