En la lucha contra la pandemia se toman muestras de PCR para descartar el COVID-19. (Foto: JUAN MABROMATA / AFP)
En la lucha contra la pandemia se toman muestras de PCR para descartar el COVID-19. (Foto: JUAN MABROMATA / AFP)

Las variantes del han cambiado el panorama y la trayectoria de la pandemia en todo el mundo. Los laboratorios y científicos trabajan para ofrecer pruebas fiables y accesibles. Abbott está colaborando activamente con su socio en Sudáfrica para dar seguimiento a la variante , que es fundamental para luchar contra estas variantes y la pandemia.

El laboratorio ha estado monitoreando atentamente las mutaciones del COVID-19 para poder garantizar que sus pruebas pueden detectarlas. Los científicos realizaron una evaluación de la variante Ómicron y concluyeron que las pruebas rápidas, incluyendo la prueba de antígeno nasal, y la PCR, que forman parte del portafolio de Diagnósticos Rápidos de la compañía, pueden detectar el virus. Aunque, precisaron, la variante Ómicron contiene mutaciones en la proteína de la espiga, las pruebas de Abbott no dependen de estas proteínas para detectar el virus.

La compañía informó que actualmente está fabricando más de 100 millones de pruebas rápidas y PCR del COVID-19 al mes, para ayudar a cubrir la creciente necesidad de pruebas en todo el mundo, debido a que se busca regresar al trabajo presencial, a las escuelas y eventos sociales de forma segura.

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Indicaron que el proceso de evaluación de variantes y ensayo de rendimiento de sus pruebas no se detienen con las variantes actuales. La compañía de salud se encuentra recogiendo activamente muestras del mundo real y utilizando cultivos víricos para verificar que las pruebas detecten continuamente las cepas circulantes, independientemente de dónde se encuentren.

La Coalición de Defensa contra la Pandemia de Abbott, una red de colaboradores de investigación, académicos y de salud pública situados estratégicamente en todo el mundo, se están secuenciando activamente los virus para buscar la próxima amenaza viral, incluidas las variantes del COVID.

Señalan que contar con esta red establecida permite compartir rápidamente la nueva información y la capacidad de proporcionar muestras rápidamente -en cuestión de días, en lugar de las típicas semanas o meses- para que se puedan verificar las pruebas.

Para el Dr. Óscar Guerra, director médico de Diagnósticos Rápidos en Abbott, “hay un equipo completo de científicos dedicado a la vigilancia de las variantes del COVID-19. Hasta la fecha, hemos analizado cuidadosamente más de 1,4 millones de secuencias de 63 variantes diferentes y ninguna ha afectado a la capacidad de nuestras pruebas de diagnóstico para detectar el virus”.

“Tan pronto como se puso a disposición la secuencia de Ómicron, nuestros científicos trabajaron sin descanso para evaluarla y determinaron que las mutaciones no afectan a la capacidad de nuestras pruebas para detectarlo”, subrayó.

Sostuvo que las pruebas, ahora más que nunca, son una parte crítica de la respuesta al COVID-19 y la principal prioridad de Abbott “es ofrecer pruebas fiables y accesibles, a disposición de quienes más las necesitan”.

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