“Además de la inclusión de la mujer, de romper ese estigma, ese límite que había en relación con este oficio (de transporte), vamos a tener la oportunidad de colaborar con el medio ambiente produciendo menos tóxicos con estos vehículos y esto es algo maravilloso. Cuando mis clientes se dan cuenta de que manejamos estos vehículos, están satisfechos porque están pagando un servicio para ayudar a una mujer para que se reinserte al mundo laboral. Están apoyando el proyecto y, además, al planeta. Constantemente me felicitan, sobre todo mujeres, me dicen que se sienten identificadas.”, señala Margarita Reyes, conductora y ama de casa.