El 9 de julio, un trágico accidente en el cerro San Cristóbal, en el Rímac, demostró, una vez más, la grave informalidad que campea en nuestro país. Un vehículo turístico de la empresa Green Bus, repleto de pasajeros, se desbarrancó. El saldo fue 10 muertos y 57 heridos. Dos de los fallecidos eran ciudadanos chilenos. Este accidente también puso en evidencia la falta de fiscalización por parte de las autoridades en lo que respecta a los servicios de turismo que se brindan en nuestra capital.
Eran las 4:45 p.m. cuando el bus, de placa ACE-920, empezó a descender desde lo alto del cerro limeño. Varios de los pasajeros viajaban en la zona descapotada (techo) de la unidad.
Una cámara de videovigilancia, instalada en la zona, captó el momento en el que el vehículo bajaba a toda velocidad. Luego se le vio chocar contra un sardinel y volcarse, dejando regados a decenas de sus pasajeros.
Los bomberos tuvieron que remolcar la unidad para rescatar los cuerpos de las víctimas. Los heridos fueron trasladados a hospitales de Essalud y el Minsa, y a dos clínicas particulares.
El chofer Goytzon Bravo y un bebé de dos años fueron algunos de los sobrevivientes.
Tras la desgracia, los municipios de Lima y el Rímac se culparon mutuamente. Mientras la Gerencia de Transporte de la primera comuna dijo que el Rímac tenía un convenio vigente con Green Bus hasta diciembre de este año, esta última afirmó que dicho convenio no llegó a ejecutarse.
Por su parte, Víctor Ayala, dueño de Green Bus, aseguró que un mototaxi hizo perder el control del vehículo al chofer.
Sin embargo, la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional señaló que el hecho se produjo por la imprudencia del conductor y porque la estructura del bus había sido modificada.
Días después del trágico despiste, el Poder Judicial dictó 9 meses de prisión preventiva contra Goytzon Bravo por el presunto delito de homicidio culposo agravado.
- El Poder Judicial dictó 9 meses de prisión preventiva contra Goytzon Bravo, conductor del bus que se despistó.
- Una cámara de videovigilancia, instalada en la zona, captó el momento en el que el vehículo bajaba a toda velocidad. Luego chocó contra un sardinel y se volcó, dejando regados a decenas de pasajeros.
- 450 UIT (S/1’822,500) de multa impuso la Comisión de Protección al Consumidor N° 3 del Indecopi a la empresa ATEM-CA SAC, representante de Green Bus, por infringir el deber general de seguridad.