Perrira continúa recibiendo tratamiento y mejora cada día gracias a la atención de la especialista. (Foto: Raquel Afa)
Perrira continúa recibiendo tratamiento y mejora cada día gracias a la atención de la especialista. (Foto: Raquel Afa)

Redacción PERÚ21

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El registro de personas fallecidas tras la deflagración ocurrida en aumentó a 25 el último jueves, debido a que la joven Carolain Riveros Segovia, de tan solo 20 años no resistió las quemaduras y dejó de existir en el hospital Arzobispo Loayza.

La pérdida de Carolain, y el fallecimiento de su madre Janett Segovia Calderón, ha tocado fuertemente el corazón de sus familiares, quienes no se recuperan de esta tragedia. Pero no solo ellos están sufriendo, su pequeña mascota también y aunque no tenga a donde ir ha encontrado atención y cariño infinito por Pierina Grados, veterinaria de Pet Center de Chorrillos.

Sharlotte resultó con varias quemaduras en su cuerpo cuerpo: sus ojos, su hocico, su pecho.

La pequeña perrita ha mostrado mucha fortaleza para sobrellevar el tratamiento. Tuvo que ser rasurada para curar sus quemaduras y permaneció sedada debido al dolor que le producían las mismas, incluso se negaba a comer. Hoy, 15 días después de la tragedia, Sharlotte ha recuperado su vitalidad y espera para poder regresar con su familia.

Pierina halló a la perrita en su recorrido por la zona de la tragedia y regresó a la veterinaria porque la pequeña mascota tenía todo el cuerpo quemado. Se llamaría en ese instante ‘Mila’, porque era un milagro, lo dijo una vecina.

Con el paso de los días, Pierina se enteró que Mila se llama en verdad Sharlotte, y que su dueña era Carolain Riveros Segovia, de 20 años, que en aquel entonces luchaba por su vida en el hospital Arzobispo Loayza.

La pequeña ‘Sharlotte’, de unos cinco años, tenía un cachorro, del que nadie da cuenta. No se sabe si fue recogido por alguien, si murió en el incendio o si se perdió. El cuerpo de la perrita tiene quemaduras que poco a poco van sanando. Ha recibido la mejor atención, y ya come. “No le gusta las galletas, descubrimos que quería comida casera, así que fuimos a comprarle menú a la esquina”, contó Pierina a Perú21.



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