El carnaval de Barranco y la Fiesta de Año nuevo van cobrando cada vez más adeptos. (USI)
El carnaval de Barranco y la Fiesta de Año nuevo van cobrando cada vez más adeptos. (USI)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Desde hace ya unos 10 años se celebra una fiesta de Año Nuevo a ritmo de tambores en el cruce de las calles Cajamarca y Santa Rosa del distrito de , el mismo lugar donde se inicia el . Sin embargo, este año la celebración podría quedar suspendida, a causa de una prohibición de la municipalidad distrital, que para los vecinos del lugar no tiene justificación alguna.

El último miércoles, un fue distribuido entre los residentes de la zona, en el que se les advertía que la celebración en la calle no estaba permitida y que se aplicarían multas de hasta S/.7,200 a quienes infrinjan la disposición.

Pero eso no es todo. Un día antes, sin previo aviso, trabajadores ediles destruyeron las bancas de cemento y pequeños árboles que había en el lugar, conocido como el 'Triángulo'. Cuando los vecinos pidieron explicaciones, no recibieron respuesta alguna.

Así las cosas, los residentes decidieron hacer oídos sordos a la prohibición y seguir adelante con la fiesta callejera, lo que podría hacer que se repita la historia del , en el que un escuadrón antimotines de la Policía usó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, lo que generó un enfrentamiento que no tuvo víctimas mortales pero sí muchos heridos.

Aquella vez la intervención policial se justificó en que no había permiso municipal para la celebración. Por eso vecinos como la actriz Kareen Spano temen que ahora se dé otro enfrentamiento. Por ello acudió a la municipalidad a intentar resolver el problema, pero no fue atendida.

"Hoy también hablé con Christian Rosenthal (gerente de Desarrollo Económico de Barranco) y le dije que sería mejor que el municipio envíe patrulleros y ambulancias para proteger a los vecinos, pero me dijo que la preocupación de ellos es la integridad del barrio", señaló Spano.

NI PROHIBICIÓN NI PERMISOAl respecto, Rosenthal negó que se haya prohibido la fiesta, pero aclaró que tampoco han recibido ninguna solicitud para su realización. A solo horas de la celebración, este permiso es prácticamente imposible. Además dijo a El Comercio que no se oponen a la libre reunión, pero que hay normas que prohíben el consumo de alcohol en la vía pública, por lo que se aplicarían las multas respectivas.