En medio de la crisis política desatada por las falencias en la estrategia militar-policial en el VRAE y La Convención, algunas voces vuelven a exigir que se aclare cuál es la verdadero función que cumple en el Gobierno el asesor presidencial Adrián Villafuerte, un exmilitar que, para algunos, es uno de los responsables de las decisiones tomadas en la lucha contra el narcoterrorismo.
Según el exasesor Carlos Tapia, Villafuerte tiene un poder directo sobre el presidente Ollanta Humala, pero permanece en la sombra para no asumir responsabilidades. "El ministro del Interior, Daniel Lozada, por ejemplo, es impresentable. Ponen a ineficaces al mando porque si pusieran a gente con peso propio, no los podrían manipular", dijo.
La misma postura tuvo el congresista Luis Iberico, quien instó a Villafuerte a dar la cara. "Si tiene tanto poder, tantos conocimientos, que asuma el poder, que asuma como ministro. Así aparecerá ante los medios, dará declaraciones, y asumirá la responsabilidad de lo que está ocurriendo", afirmó en Abre los ojos.
INFLUENCIA DIRECTASegún publica hoy la revista Caretas, la figura de Villafuerte también habría generado una pérdida de autoridad del ministro de Defensa, Alberto Otárola, y pone como prueba al quiebre de su relación con el jefe del Ejército, Víctor Ripalda.
De acuerdo a la publicación, Ripalda no asiste a las reuniones del sector ni contesta el teléfono a Otárola desde hace varios meses. Esto debido a que coordinaría sus acciones directamente con Villafuerte.