Redacción PERÚ21

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El suboficial de la Policía José Millones, sobreviviente de la , confirmó la improvisación con que se realizaron las acciones de rescate de los trabajadores de Camisea secuestrados por senderistas en la selva de y la indolencia con que son tratados efectivos como él, que fueron heridos en la lucha contra el narcoterrorismo.

"Uno no necesita estar muerto para ser reconocido", dijo el efectivo en Abre los ojos. "Yo he ido a Inkafarma y me he comprado las cremas con mi dinero. Sé que por denunciar esto vendrán las represalias en mi contra, pero ya no podía más", agregó.

El efectivo contó que el contingente al que pertenece llegó a Mazamari el 7 de abril, antes de que ocurriera el secuestro, para recibir un curso. Nunca se les dijo que iban a una operación de rescate.

"Llegamos a Pichari y nos recibió el general () que nos dice 'Ustedes han venido a operar acá' (y) esa misma tarde recibimos instrucción", contó.

"Nosotros regresamos de hacer un censo por la zona y luego nos contaron que habían atacado a un camión de Camisea y que teníamos que ir a rescatarlos. Al día siguiente nos llevaron a Kiteni", añadió.

Además, se quejó del maltrato que también ha sufrido su familia, ya que sus padres tuvieron que viajar por sus propios medios desde hasta Lima, luego de que se enteraron que había sido herido en combate.