¿Otro 'negociazo'? La comisión interventora del Seguro Integral de Salud (SIS) encontró diversas irregularidades en el cobro del subsidio por sepelio que el Estado entrega a las personas de bajos recursos, pues eran cobradas por negocios funerarios por medio de cartas poder. Así lo menciona un informe de 'Cuarto Poder'.
¿Cómo ocurrió? Todo empieza porque según las normas del SIS, los deudos del fallecido tenían la libertad de acreditar a cualquier persona para que tramita el cobro, sin necesidad de que este sea un familiar directo.
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El proceso del desembolso del subsidio se realizaba en los 60 días posteriores del fallecimiento, mientras tanto los dueños de funerarias corrían con los gastos del sepelio y cobrarían lo invertido gracias a las cartas poder que los familiares les brindaban.
Según Moisés Rosas, jefe del SIS, este financiamiento debe cubrir los gastos por ataúd, capilla ardiente, mortaja, traslado del fallecido del lugar del velatorio al cementerio y cobro por derecho a cementerio, sepultura o cremación. En el informe se explica que desde el 2009 hasta el 2016, Diana Carmona Uchuya, dueña de la funeraria INSSA de Iquitos, cobró a su nombre —como persona natural— el subsidio por pago de sepelio de 4,744 asegurados del SIS que murieron en la región Loreto.
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Además, su esposo Antonio Flores García, también de la funeraria INSSA de Iquitos, incursionó en el mercado funerario SIS y cobró el subsidio por pago de sepelio de 1,486 asegurados sin ser familiar o haber estado al pie de la cama cuidando al enfermo.
Esta nula fiscalización que tuvo por años el SIS terminó en abril del año pasado cuando el seguro decidió congelar el proceso. Desde entonces, decenas de funerarias aseguran que el SIS les debe miles de soles por los gastos de los sepelios que no se llegaron a cobrar de los subsidios.