Congresistas de diversas bancadas cuestionaron que el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, acuse al nuevo premier Óscar Valdés de no tener la capacidad para concertar, sino para imponer, como lo hizo al promover el estado de emergencia en su región, luego del paro contra el proyecto minero Conga.
Para el congresista Mauricio Mulder, la preocupación de Santos respecto a que este nuevo gabinete ya no escuchará sus reclamos, "es pura demagogia".
"Santos nunca creyó en el diálogo y eso lo evidenció cuando truncó los acuerdos con la misión del Ejecutivo que presidía con el entonces premier Salomón Lerner", aseguró.
Por consiguiente, dice Mulder, la autoridad regional no debe preocuparse tanto por Valdés sino por la posición del presidente Ollanta Humala, quien decidirá si se retoma el diálogo y si se levanta el estado de emergencia, que ya lleva una semana.
"El nuevo premier solo será un coordinador, como lo fue Lerner, y nada más", aseguró.
Para el fujimorista Juan José Díaz, Santos evidencia nerviosismo por la presencia de Valdés porque "sabe que no podrá bloquear carreteras y porque no le queda otra que responder a la denuncia que le hizo la Procuraduría del Ministerio del Interior".
"¿Habla de diálogo el que secuestro y aisló a Cajamarca del resto del país durante diez días?", preguntó.
Finalmente, Luis Iberico, de Alianza Por el Gran Cambio, señaló que si a Santos le preocupa tanto la rigidez del nuevo jefe del gabinete, que ahora se preocupe por flexibilizar su posición radical.
Precisó que el diálogo se realiza entre dos interesados y no de manera unilateral, inquebrantable y hasta chantajista como lo hizo el presiden regional como lo hizo con la comitiva de Lerner. Ahora solo queda esperar la posición de Valdés.