Casi no la cuenta. El taxista José Antonio Jim Romero se salvó de morir tras una afortunada falla en el arma del sicario que se disponía a matarlo. Según información de Panamericana, la pistola, que iba ser utilizada en su contra, se trabó y esto le permitió escapar.
El hombre era perseguido por dos sujetos que conducían una moto lineal y, al percatarse del problema del arma, huyó para luego pedir ayuda a un agente de la Policía que se encontraba cerca del lugar.
Todo ocurrió en cuadra 7 de la avenida Malecón Checa, en Zárate, San Juan de Lurigancho. Tras dar aviso a las autoridades, se desató una intensa persecución entre las avenidas Tahuantinsuyo y Huiracocha.
Los delincuentes, identificados como Joham Frank Portillo Bautista y Carlos Palomino Ramírez, perdieron el control de su vehículo y cayeron al pavimento, facilitando su captura.
De acuerdo a la PNP, el intento de homicidio se trataría de un ajuste de cuentas, pues la víctima cuenta con antecedentes por robo agravado.