Ruta Lunahuaná-Tipicocha-Huancavelica: Una vía para descongestionar el tránsito de la Carretera Central

Para las personas que viajan con frecuencia desde la capital hacia el centro del país y viceversa, la Carretera Central no solo es la vía que los comunica con el valle del Mantaro o la Selva Central. También es un albur que tiene que sortear para llegar a su destino. Son al menos 12 mil unidades –según un estimado del propio presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, en una columna del diario El Comercio de 2014– entre buses, minivans, camiones y autos particulares, que se exponen a diario a empinadas cumbres, curvas de miedo, lluvia, huaicos, granizo, bloqueos y eventuales accidentes.

Así, un viaje de placer o de negocios a Tarma, Huancayo, Chanchamayo u otro destino del centro, puede convertirse en una travesía inacabable y hasta peligrosa. Las fotos de los diarios y las imágenes de la TV no mienten. La caída de aludes a lo largo de la vía ha dejado días enteros bajo el granizo y el frío a decenas de pasajeros de ómnibus y transportistas, mientras que otros viajeros han tenido que sufrir asaltos y ataques sexuales en tramos donde la penumbra y la falta de la Policía impera.

De acuerdo con el ingeniero Jesús Vargas, coordinador del proyecto en la región Huancavelica, actualmente la ruta está apta solo para camionetas tomando la Panamericana Sur hasta Cañete, "luego hay que ir hasta Lunahuaná y de allí subir hasta el pueblo de San Jerónimo, en la provincia de Yauyos. Desde allí se inicia el viaje de 2 horas y media (80 km) hacia el cruce de Tipicocha por un tramo afirmado", sostuvo el funcionario.

Agregó que desde ese punto hacia Huancayo hay dos horas de viaje (128 km) por una vía mejorada, siguiendo la ruta Betania-Puente Canipaco-Vista Alegre-Chupuro. "Incluso, los últimos 55 km de la carretera ya han sido ampliados a doble vía por el Gobierno Regional de Junín, que está muy interesado en este tramo como alternativa en época de lluvia, que es cuando colapsa la Carretera Central", precisó Vargas.

Asimismo, reveló que los viajeros que quieran ir a Huancavelica desde Tipicocha lo podrán hacer en hora y media (90 km) por una ruta afirmada. "Construir toda la carretera Lima-Tipicocha-Huancavelica tomaría dos años", aseveró. Como es público, el pasado 15 de setiembre de 2016 se suscribió un convenio entre Junín, Huancavelica y Lima Provincias, para dar viabilidad a esta carretera. Al respecto, el alcalde de Huancayo, Alcides Chamorro, otro impulsor de la iniciativa, dijo que este convenio debe servir para que el Gobierno invierta en esta ruta.

Agregó que entre las tres regiones se repartirán el mantenimiento de la ruta, luego de que el Ejecutivo inicie los trabajos. Por su parte, Provías, órgano adscrito al Ministerio de Transportes (MTC), informó a este diario que el proyecto está valorizado en S/527 millones, que se encuentra a nivel de estudio de factibilidad y que viene recibiendo asistencia técnica de Provías Nacional. "Ya les hemos entregado el estudio de tráfico y el de diseño vial, nos falta el de impacto ambiental, el mismo que estamos elaborando", acotó Vargas.

La carretera Lunahuaná-Tipicocha-Huancavelica busca la articulación de los pueblos de Lima, Junín, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Cusco de una manera más segura y rápida. Asimismo, pretende ser una alternativa para descongestionar el denso tránsito diario en la Carretera Central. Los que más se beneficiarían con esta vía serían quienes se desplacen con frecuencia desde Lima hacia el valle del Mantaro porque, en solo cinco horas, podrán arribar a Huancayo en auto particular sin tener que sortear abismos de miedo.

El pasado 5 de este mes, en la última reunión de gobernadores de la Mancomunidad de los Andes con el presidente Pedro Pablo Kuczynski, en Apurímac, el mandatario dijo que la carretera se encuentra en el plan de inversión de su gobierno, por lo que esperamos que el nuevo ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra, siga esa ruta y, en dos años, el proyecto sea realidad. Esta vía no solo hará justicia con Huancavelica, una de las regiones de más difícil acceso, sino que beneficiará a 2 millones y medio de personas, entre comerciantes, moradores locales y turistas.