Hace más de un año, la informalidad, la negligencia y la explotación laboral acabaron con los jóvenes , que murieron carbonizados en el de la .

Hoy, el edificio continúa en ruinas, con el riesgo que eso trae para la seguridad de los transeúntes, los pacientes del Hospital Ramón Castilla y los dueños de las tiendas colindantes. Esto, a pesar de que, desde agosto de 2017, los profesionales del elaboraron un informe preliminar que recomendó la demolición de la edificación.

ALTO RIESGO
Según el estudio, existen “zonas de muy alto riesgo”, donde las losas han colapsado por la exposición a las altas temperaturas. Asimismo, señala que el edificio se encuentra “debilitado con daño permanente”.

Con base en este documento, en noviembre del año pasado, la Fiscalía de Prevención del Delito recomendó a la Municipalidad de Lima que proceda la demolición. Pero hasta la fecha, lo que queda de Nicolini sigue en pie, las calles cercanas cerradas y el tránsito más caótico que nunca.

La Terecera Fiscalía Provincial de Prevención del Delito recomendó a la Municipaliad de Lima demoler el edificio.
La Terecera Fiscalía Provincial de Prevención del Delito recomendó a la Municipaliad de Lima demoler el edificio.

Por su parte, en junio de 2017, la comuna de Lima encargó a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) una evaluación estructural del edificio. Esos ingenieros no recomendaron una demolición sino un reforzamiento; sin embargo, el profesor del departamento de ingeniería civil de la Universidad de Piura, Germán Gallardo, discrepa.

“En esa evaluación se reflejan muchas incertidumbres. Puede haber rajaduras que, por el estudio, no se puede saber dónde están. Con base en esas pruebas yo recomiendo la demolición”, advirtió Gallardo.

SOLO QUIEREN REFORZAR
El edificio Nicolini consta de dos partes: el primer nivel, donde se ubican los puestos de venta al público; y los niveles superiores, que funcionaban como almacenes.

Hugo Sulca, presidente de la asociación de comerciantes del primer nivel, se ha ocupado únicamente de la evaluación de los daños de su piso, cuyos resultados entregó el pasado miércoles a la municipalidad para proceder a elaborar el expediente técnico y el reforzamiento respectivo.

“Los resultados son positivos, las estructuras del primer piso están en óptimas condiciones, no hay ningún problema que podamos tener”, indicó.

EL SILENCIO SÍSMICO
No obstante, según estudios del , Lima arrastra un silencio sísmico de 272 años, lo que significa que tiene mucha energía acumulada y en cualquier momento podría generarse un sismo de gran magnitud.

La galería Nicolini, según la propia evaluación de la UNI, no cuenta con los estándares vigentes de construcción antisísmica, pues el inmueble se construyó en 1965.

“El código sísmico actual recoge la experiencia de todo el mundo y a partir de ello se establece una normativa más rígida, mucho más eficiente que la del año 65”, explicó el ingeniero Gallardo.

Para el especialista, otro aspecto importante es que el edificio fue construido para funcionar como una fábrica de fideos. Hoy existen diseños mucho más eficientes para centros comerciales, que le sumarían mucho más valor y modernidad a los negocios si es que los propietarios decidieran apostar por una inversión con proyección a futuro.

¿SABÍA QUÉ?
* El área total que ocupa el edificio Nicolini es de 15,000 metros cuadrados, de los cuales 4,000 fueron afectados por el incendio.

* Las estructuras del inmueble soportaron una temperatura máxima de 800 grados centígrados.

* Las altas temperaturas originan que las construcciones pierdan ductilidad; es decir, que reduzca la capacidad de soportar movimientos sísmicos sin que se rompan las estructuras.