La pequeña Romina Cornejo, la niña que nunca perdió la sonrisa ni dejó de luchar por su vida, regresó a su casa un año después haber sido víctima de un grupo de 'marcas' que la dejaron cuadripléjica cuando intentaban asaltar a sus abuelos en la Vía Expresa, en agosto del 2010.
Carla Ramos, madre de Romina, dijo que su hija debió ser dada de alta el 31 de diciembre pasado, pero que por una infección se tuvo que quedar en el hospital. "Gracias a Dios está bien, no tiene fiebre, está contenta, desayuna bien, almuerza", dijo en América Noticias.
También se refirió al pedido de nulidad de la cadena perpetua que la justicia le impuso a José Luis Astuhuamán y Miguel Freddy Sandonaz, responsables de que la vida de Romina no vuelva a ser la misma jamás. "Que ellos se encarguen de hacer la justicia, Dios sabe porqué pasa las cosas y solo queremos salir adelante con Romina, nada más", comentó.