(USI)
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Redacción PERÚ21

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Un total de 3,600 niños, niñas y adolescentes que se encontraban en situación de riesgo en la calle, varios de ellos por mendicidad y explotación sexual, fueron rescatados en los últimos cinco meses por personal del programa del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).

Gracias al trabajo diario de 104 educadores de la calle en 19 ciudades del país, estos menores lograron incorporarse a los diferentes servicios del programa, además de reinsertarse en la escuela y vincularse con sus familias, informó Amelia Cabrera Salazar, directora ejecutiva de Yachay.

El proceso de trabajo de los educadores empieza en la observación callejera. Cuando ubican un niño, niña o adolescentes le hacen seguimiento, se acercan a ellos y lo entrevistan.

Así se descubre que algunos necesitan DNI, asegurarse en el Seguro Integral de Salud, reforzar su escolaridad, recibir talleres formativos recreativos o atención psicológica. Paralelamente, sus familias reciben consejería para que sean soporte de su crecimiento.

"Las familias reciben orientación y un capital semilla para impulsar la generación de ingresos, se comprometen a motivar la educación de los menores y velar por la reducción de sus horas de trabajo en la calle", explicó la funcionaria.

Gracias a la experiencia piloto que desarrolló el Lima e Iquitos durante noviembre y diciembre del año pasado, el programa Yachay ha desarrollado una metodología de trabajo que aplica en las diferentes regiones en las que está presente.

Sin embargo, reconoció que es difícil para los educadores de la calle detectar la explotación laboral y sexual porque se producen dentro de las casas o locales a los cuales es difícil acceder.