Los bloqueadores de celulares instalados en dos penales de Trujillo y Chiclayo deberán ser reemplazados en los próximos meses pese a que el Ministerio del Interior invirtió US$1 millón de dólares en estos equipos.
"Cabe la posibilidad de que dentro de uno o dos años podamos reemplazar estos equipos por algunos de los que se van a adquirir sobre la base del proyecto de Proinversión. Pero no olvidemos que el Perú tiene más de 66 penales y el proyecto es solo para 33, de manera que siempre van a ser necesarios más bloqueadores", dijo el ministro Walter Albán.
Lo cierto es que los bloqueadores fueron adquiridos sin previa coordinación con el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), que es la entidad que lleva adelante el mencionado proceso.
Albán justificó dicha compra en que todavía habrá que esperar al menos un año más para que los mencionados dispositivos estén instalados en 33 cárceles consideradas de mayor peligrosidad.